Bochorno en Italia por el racismo en los estadios
Muntari abandonó el partido y el árbitro lo expulsó
El racismo en los campos de la Serie A sigue siendo noticia. Y es que en la pasada jornada se han dado tres bochornosos casos: Muntari. Rüdiger y Koulibaly.
El más polémico fue el de Muntari, que abandonó el Cagliari-Pescara por los abucheos racistas de los tifosi locales. El mediocampista declaró tras del partido que, antes del descanso, le regaló su camiseta a un niño que (con sus padres al lado) le insultaba, explicándole que “esto no se hace”. A pesar del gesto, desde el fondo del estadio Sant’Elia en la segunda mitad siguieron los abucheos y cánticos ofensivos, y el jugador le pidió al árbitro Minelli parar el partido. El colegiado no lo hizo y además lo amonestó por protestar; como reacción, el biancoazzurro abandonó el césped indignado, a pocos minutos del final. Y ayer llegó la noticia que le echó todavía más sal a la herida del ghanés: el futbolista fue expulsado y deberá perderse por sanción la próxima jornada. La segunda tarjeta amarilla llegó por su marcha, decisión que el árbitro notificó al capitán del Pescara.
Una situación complicada que hace cuatro años vivió también Kevin-Prince Boateng, compañero de Muntari en su etapa en el Milán y que hizo suspender por la misma razón un amistoso con el
Pro Patria: “Entiendo perfectamente a Sulley. En aquellos momentos estás enfadado y triste sobre todo por los que, a tu alrededor, hacen oídos sordos. Combatir el racismo es una responsabilidad de FIFA y UEFA”, dijo en Sky.
Pero no fue el único caso de racismo en la pasada jornada: el fiscal federal analizará también los ‘buu’ que se escucharon durante el derbi de Roma, que acompañaron la sustitución del giallorosso Rüdiger. Y en el Inter-Nápoles, el defensa azzurro Koulibaly fue víctima de esta bochornosa costumbre: el club local avisó por la megafonía del Meazza que ese tipo de cánticos puede causar la suspensión del partido, pero sin mucho efecto.
Mientras, el histórico exárbitro Paolo Casarin, en las columnas del Corriere della Sera, apoyó la protesta de Muntari: “Antes de sancionar, hay que entender el estado de ánimo del jugador. En el extranjero saben que lo mejor es parar el juego”.
Más casos Rüdiger y Koulibaly también sufrieron cánticos racistas