“Hay que aprender de la ilusión de Rossi”
Sete Gibernau, que regresa ocho años después a Jerez “como amigo de Pedrosa”, habló con AS. Ganó en 2004 y ‘se pegó’ con Valentino en 2005: “Este deporte ya tiene riesgo como para añadir polémica”
Amanecía el día lluvioso en Jerez ayer, aunque no tanto como en aquella carrera de 2004, la que ganó Sete Gibernau en esta pista demostrando que era todo un príncipe de las mareas. Al año siguiente estaba para repetir triunfo, pero en la última curva de la última vuelta Rossi se cruzó en su camino, usándole como peralte para pasarlo, tocándolo y sacándolo de la pista. El nieto de Paco Bultó regresa al GP de España ocho años después de su última vez (en la imagen, se fotografía con un aficionado). Lo hace “como amigo de Dani Pedrosa” y da gusto escuchar sus reflexiones sin entrar en polémicas de aquella maniobra con Rossi, de lo que supone ver al italiano líder de MotoGP y de la magia de Jerez.
—Lo que ha vivido usted en Jerez y lo que ha hecho vivir a los aficionados...
—Todos los españoles hemos vivido aquí momentos únicos y eso es lo que hace a Jerez grande. Un momento único en Jerez es irrepetible.
—¿Cuánto hacía que no venía a un gran premio en Jerez?
—Mucho, muchísimo, siete años, desde que me retiré. (En realidad son ocho, porque corrió aquí por última vez en 2009).
—¿Qué siente al regresar?
—La gente es tan alucinante... No hay palabras para describir las sensaciones que transmite Jerez, y no es decir por decir, es algo real. Aquí vives algo que no vives en otro sitio. Hay que vivirlo para entenderlo. Estoy asimilando muchos recuerdos y recuperando ilusiones.
—¿Y cómo es hacerlo en calidad de ‘coach’ de Pedrosa?
—Yo no soy ningún coach. Soy un amigo de Dani desde hace tiempo y estoy aprendiendo yo muchas más cosas de las que él pueda estar aprendiendo de mí. Tenemos una relación muy buena desde hace mucho tiempo y me gusta verle feliz.
—Su momento álgido aquí es la victoria de 2004 bajo la lluvia. ¿Cómo la recuerda?
—Había dos ríos de lluvia que cruzaban el circuito y pasar por allí era muy complicado. Pero una de mis mejores carreras de siempre fue aquí en 1999, con la Honda V2. Salí detrás y remonté varias posiciones. Pasé a todo el grupo y estaban Crivillé y Max (Biaggi) peleando por la victoria y yo con la
V2 les iba recuperando alguna décima por vuelta. No llegué a ellos, pero fue una de mis mejores carreras.
—Y en 2005 fue protagonista de una de las acciones más polémicas de la historia de este deporte...
—Sé que me lo van a preguntar mucho este fin de semana, pero no quiero reabrir un tema del que se habló tanto en su momento. Yo viví lo mío y cada uno lo ve desde su perspectiva, pero lo que me gustaría es que nada ajeno al deporte limpio entorpezca el trabajo de ninguno de los pilotos de ahora. Este ya es un deporte de suficiente riesgo como para que queramos meterle polémica. La polémica es una consecuencia de una situación peligrosa y hay que intentar entre todos evitar eso.
—¿Prefiere no pensar en aquello?
—No es no pensar. Lo que me gustaría es que todos evolucionásemos para aprender de situaciones y hacer de este deporte lo que es, un deporte grande, limpio y sin necesidad de ponernos en peligro unos a otros para encontrar el objetivo de ganar. Más allá de esto, no hay que darle más vueltas.
—Recuperada la paz con Rossi ¿han hablado de aquel lance?
—No.
—Ese tío con el que ‘se pegaba’ hace 12 años sigue aún compitiendo y es el líder de MotoGP con 38 años. ¿Le da envidia?
—No. Demuestra que tiene mucha ilusión por estar aquí y hay que aprender de eso. Hay que reinventarse, tener ilusiones en la vida es el leitmotiv de cualquiera, no sólo de los pilotos.
No hay palabras para describir lo que transmite Jerez”
Pedrosa “Yo no soy ningún ‘coach’ y tenemos una relación muy buena”