La única en 20 años que duró dos temporadas
■ Fiel al reflejo de los últimos años, Nike volvió a apostar por un modelo más tradicional. No parecíamos aprender de los hechos y una vez más se demostró que para que una camiseta del Atleti triunfe, tiene que ser acorde con sus antecesoras.
Se volvió a las siete rayas rojiblancas, anchitas, como toda la vida. Se mantuvo sin cuello y se colocó de nuevo el escudo en el centro. Las mangas volvieron a ser rojas y los dorsales azules.
Se utilizó por primera vez la versión de juego y es que, de ahora en adelante, la camiseta que utilizarían los futbolistas sería diferente a la que podían comprar los aficionados. Leves diferencias entre ambas destinadas a ofrecer una mayor comodidad a los jugadores. Los parches, pegados y no bordados, y el tejido, más transpirable, hacían de esta versión un modelo más profesional.
Pero no sólo fue pionera por esto. Sin saberlo iba a convertirse en el único modelo de los últimos 20 años en repetir temporada. Para la siguiente, Nike olvidó la fórmula mágica y pasó de largo por la tradición, creando un modelo sin rayas. La afición mostró su desacuerdo y quedó relegada a los partidos de fuera, obligando a repetir nuestro modelo de hoy en los de casa. Bendita afición que supo rebelarse para evitarle al Calderón el disgusto de ver a su Atleti sin rayas.