Las lágrimas de Almagro y el consuelo de Del Potro
■ Ayer se vivió en Roland Garros un momento muy emotivo de amistad y compañerismo. Nicolás Almagro tuvo que retirarse en mitad de su partido contra Juan Martín del Potro por el mismo problema que le hizo abandonar hace dos semanas en Roma contra Rafa Nadal, una lesión en la rodilla izquierda. El partido marchaba con empate a un set y 1-1 en el tercero. Del Potro ejecutó un saque y Almagro, agachado, no restó. Había sido atendido antes por el médico, pero no se recuperó y ya no podía moverse. Aturdido, se desplomó y lloró amargamente, mientras el argentino, que estuvo casi dos años de baja por lesión, se acercaba para consolarle.
Abrazado a Delpo, el murciano no podía detener el llanto y se sentó con su compañero. “Le dije que en estos casos el tenis es secundario, que tiene una gran familia y cosas lindas en las que pensar mientras se recupera. Su tristeza era muy grande y a mí me tocó. Es un gran tipo y muy buen jugador, el tenis no lo va a perder”, reveló el tandilense, que pudo haber perdido el partido al resentirse de unos problemas de aductores que le restaron “la mitad de la movilidad”, pese a tomarse un antiinflamatorio. Almagro, a quien habían dado luz verde para jugar en París tras el percance de Roma, fue trasladado a un hospital: sufre una desinserción en el menisco.