El mejor Rudy del curso adelanta al Real Madrid
Anotó 19 puntos, y un 2+1 clave, cuando llevaba 23 en todo el playoff
En tres de los seis partidos del playoff, Rudy había sumado un punto. Pero en el séptimo asalto, el primero de la final, emergió para acompañar a Llull en la anotación y poner el 1-0. El Valencia Basket llegó a colocarse 69-70 ya en el último cuarto.
Rudy Fernández se plantó en la final sumergido en un mar de dudas, con nula confianza en su muñeca. Casi la daba por perdida y trataba de salir a flote con todos los sentidos alerta en defensa, agarrado al salvavidas de la concentración y al rol de jugador de intendencia con sueldo de estrella. Saltaba de día aciago en día aciago en ataque: 23 puntos en los seis primeros encuentros del playoff (en 129 minutos) después de quedarse a cero en dos duelos y en un tanto en otro. Y en el arranque de la final… Zas. Surgió de las aguas: 19 puntos en 24:01. Su cifra más alta de la temporada. Siete de doce en el tiro y dos robos. Factor clave en un primer asalto que vale más de tres cuartos de título, al menos es lo que dice la historia aunque hace un año no se cumpliera: el Madrid le remontó el 1-0 al Barça.
Apareció un Rudy certero. Ocho puntos en el primer cuarto, otros ocho en el tercero y un 2+1 decisivo en el último acto nada más regresar a la pista. Culminó a la carrera un balón robado entre Llull y Ayón a un Diot al que acorralaron junto a la línea lateral. Lo hizo en escorzo. Canasta y personal. El base francés, imprescindible con Vives mermado, repartió 9 asistencias, movió a su equipo y recuperó a Dubljevic, pero perdió esa bola vital: 83-78 a tres minutos de la bocina.
El Valencia había mostrado músculo con el balón en las manos (52% en tiros de campo, 55% en triples), pero el Madrid atrapó más rebotes y embocó 22 de sus 30 lanzamientos de dos. La aparición de Rudy se sumó a la constancia de Llull, mala noticia para los de Pedro Martínez. Sin embargo, comprobaron in situ, en la boca del lobo, que es tan difícil como posible. Hay final y la gana el Madrid 1-0.
La primera parte nos había dejado la clarividencia de Sikma (12-18), a Llull acaparando juego y a Laso pidiendo ritmo: “Vamos andando”. Doncic entraba con mal pie, pero el Real empezaba a deslizarse mejor. Más actividad, más movimiento y más participación. La de Reyes y la de Carroll, por ejemplo, y la de Taylor. Como Rudy, firmó algunos de sus mejores minutos ofensivos del curso. Confianza para atacar el aro.
Rudy sumó 11 puntos en la segunda parte y Llull, fresco como una lechuga tras pasarse la mitad del acto final en el banco, remató. Un valor seguro. Igual que Reyes, otra vez al quite en auxilio de Randolph. Mañana, repetimos.