Sancho Lyttle domina en un estreno típico de Eurobasket
La pívot española acabó con 17 puntos y 12 rebotes
ESPAÑA (18+12+13+19): Palau (4), Cruz (8 y 4 asis.), Torrens (10), Nicholls (4), Lyttle (17) —cinco inicial—, Domínguez (4), Rodríguez (3), Gil (2), Xargay (5), Romero (3), Sánchez (2) y Conde (0).
HUNGRÍA (8+13+10+17): Fegyverneky (7 y 4 asis.), Simon (4), Medgyessy (0), Krivacevic (11), Nagy-Bujdoso (0) —cinco inicial—, Raksanyi (4), Vandersloot (11), Hatar (7 y 8 reb.) y Zele (4).
España aprobó en su debut europeo con algún tachón. Es normal: los nervios del estreno. Qué le pregunten a Serbia, que cayó ante Grecia (60-69) o a Francia, a la que casi se le atraganta Eslovenia (70-68). Pero este año ha vuelto Sancho Lyttle para que todo parezca más sencillo. La pívot se había perdido los dos últimos torneos (el primero porque las Atlanta Dreams de la WNBA no le dieron permiso y el segundo por lesión), pero no se le ha olvidado jugar con España. Aporta en los dos lados de la pista: puntos (17), rebotes (12)... Mrs Doble-doble está de vuelta.
La Selección consiguió pronto un colchoncito de diez puntos (18-8 tras dos tiros libres) y se acomodó en él. Dominaba el rebote, sobre todo el ofensivo, con Sancho siendo un muro en la pintura (6 rebotes en el primer cuarto, 3 de ellos ofensivos), pero las españolas no terminaban de sentirse cómodas. No encontraban su juego: el tiqui-taca del básquet, como lo llama Mondelo.
La muñeca se encogía y los tiros no entraban: 16/46 (34,8%). Pero ni con esas Hungría metía miedo (43-31). Torrens puso el +16 (54-38) y la primera victoria era para una España que vio debutar a María Conde y Bea Sánchez y que ya ha pasado el mal trago de cualquier estreno europeo.