AS (Baleares)

México frenó a Cristiano

Moreno firmó las tablas en el descuento ● Quaresma abrió el marcador tras una gran asistencia de crack del Madrid ● Buen gol de cabeza de Chicharito

- ALEJANDRO GÓMEZ

La gente llegó a la Kazán Arena a ver a Cristiano, pero aunque no les falló y fue votado como el Jugador del Partido, terminaron de pie aplaudiend­o la garra y el futbol colectivo de México, quien sobre la hora, con un remate del nuevo central del Roma, Héctor Moreno, terminó rescatando el 2-2 y logró el reparto de puntos en el estreno de ambas seleccione­s en la Copa Confederac­iones 2017.

Lo de Cristiano, para no variar fue mágico. Tras terminar una larga temporada europea como campeón de LaLIga y bicampeón de Europa, era de esperarse que no brindara un juego tan físico; pero con su magia, su capacidad de anticipars­e a las jugadas y su clase, le bastó para crear la primera oportunida­d de gol para Portugal, que acabaría empujando Quaresma.

Con el balón en los pies, México fue muy competitiv­o y, sobre todo en la primera mitad, complicó el accionar del monarca europeo, que no podía salir de su propio terreno de juego. Pero cuando los de CR7 superaban la media cancha, los nervios se nos ponían de punta a todos los mexicanos.

Antes del primer tanto luso de la Copa, llegó la primera jugada polémica del torneo, pues el gol que ya festejaba Pepe, a los 20 minutos, fue revisado y anulado por el VAR y México que agachaba la cabeza, recuperó las pulsacione­s, el balón y el ánimo.

En el 34’ se rompió la defensa mexicana. Primero, Salcedo se quedó corto y dejó que Cristiano avanzara velozmente con balón controlado por la banda izquierda. El peligro puso nerviosos a los tres zagueros que quedaban en el fondo; Diego Reyes lo embistió, igual que Layún y hasta Moreno, quien desatendió la llegada de Quaresma por su espalda. La visión de Cristiano le ayudó a observar a su compañero y dejarle un bombón, que aprovechó para inaugurar el marcador.

Pero México no se dio por vencido y ocho minutos más tarde, tras fallar un cabezazo ante Rui Patricio, Chicharito tuvo una segunda oportunida­d. Para no variar lo asistió Vela, quien aprovechó un error defensivo de Guerreiro (a lo Salcedo) para matarla de pecho y ponerle medio gol al del Leverkusen, quien festejó de nuevo un gol importante en su historia con la selección mexicana.

Para la segunda mitad, los de Santos adelantaro­n líneas para apretar la salida mexicana y la respuesta de Osorio fue sacar a su comandante, Vela, posiblemen­te por cansancio, y darle su lugar a Giovani; pero no el Gio del Mundial de Brasil sino una nueva versión que no tiene potencia y al que le sobran kilos. En la recta final del partido parecía que ambas seleccione­s se conformaba­n con el empate. Solamente parecía porque un mal despeje de Herrera propició el 2-1 de Cedric. Pero faltaba lo mejor, para los cerca de dos mil mexicanos en las gradas del Kazán Arena, pues en el añadido Moreno logró un empate que hizo justicia con los méritos de los dos equipos.

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