“Ganar en Assen 92 abrió muchas puertas”

Álex Crivillé consiguió hace 25 años el primer triunfo español en la categoría reina, un crucial éxito que el martes celebrará las bodas de plata. El eterno ‘Noi de Seva’ lo rememora en Holanda para AS

MOTOCICLISMO ❙ Hace 25 años, el motociclismo español dio un paso de gigante de la mano de Álex Crivillé. El ‘Noi de Seva’ consiguió la primera victoria en la clase reina, un éxito pionero que inició una senda que ha llevado hasta una hegemonía increíble con los Márquez, Lorenzo, Pedrosa y Maverick del momento en MotoGP.

El 27 de junio de 1992, en Assen, el motociclismo español conseguía su primera victoria mundialista en la clase reina, entonces 500cc. Llegaba por obra y gracia de Álex Crivillé, presente 25 años después en la ‘Catedral’ como comentarista en ‘Movistar+’ y orgulloso, dentro de su habitual modestia y humildad.

—¿Qué recuerdo tiene de su éxito 25 años después?

—Cuando veo las imágenes, es bestial, y me emociono con lo que ha cambiado todo… Me refiero a las motos, la seguridad, el circuito. Eran otras motos y aproveché mi oportunidad, porque ni mucho menos esperaba ganar entonces una carrera de 500cc (tenía 22 años). Me faltaba medio segundo por vuelta.

—¿Cómo recuerda la carrera?

—Salí con la mentalidad de que hacer un podio ya sería importante y, a la octava vuelta entra por dentro Lawson, Schwantz se cierra, se tocan, se caen y me digo: ‘Hoy es mi día, puedo conseguir una victoria en 500’. De repente, mi chip, mi mentalidad dio un giro de 180º y fui a muerte. Sabía que quedaban muchas vueltas, pero pensaba que con Barros podía y que con Kocinski no iba a ser fácil, pero también creía que podía ganarle. (Batió al estadounidense por 0.762 y al brasileño por 0.793).

—¿Fue consciente de que había logrado un hito histórico?

—Aquello nos abrió las puertas a muchas cosas y, de entrada, sirvió para que se fijaran en nosotros. Ya teníamos un patrocinador con Campsa y al año siguiente entró uno importante, Marlboro, y Honda se dio cuenta de que un piloto europeo podía estar en un equipo oficial, el de fábrica, lo que llegó al cabo de dos años de esa victoria.

—¿Ese triunfo de Assen le quitó también complejos?

—Ya en Malasia, con el podio, sí, y luego la victoria de aquí, también. Y después nos dimos cuenta de que había que cambiar cositas de la moto, porque la habíamos puesto con Antonio (Cobas) unos regales muy duros de atrás, con muelles muy duros, y bajarla de delante para que entrase bien, pero había circuitos en los que perdíamos tracción..

—¿Siente aún el cariño de la gente por lo que consiguió?

—Alucino como la gente todavía recuerda esas victorias y esa época. Alucino con lo bien que me tratan y con que todavía se acuerden. Creo que esos son los moteros auténticos.

—Su figura trascendió más allá del puro ámbito motero. Era el Rossi español…

—Las abuelas sabían quién era Crivillé. Antes se veía más la tele que ahora, creo.

—¿No le dan ganas de vez en cuando de subirse a la moto?

—Qué va, nada. Cero. (Se ríe).

Lo probé hace unos años en Valencia, subiéndome a la Ducati y la Kawasaki. Salí por orejas y cuando iba por el aire volando me decía: ‘¿Qué estás haciendo aquí, atontao? Que te vas a matar’. Con un neumático frío que salí, enchufando a tope… Esto ya es otra historia.

—¿Son conscientes sus tres hijos de quién fue su padre?

—Mis hijos flipan. Al mayor, Álex, me lo he traído aquí. Tiene 13 y me tiene como un ídolo. Ahora él es el que quiere ser piloto. Yo le digo que con 14 años ya están corriendo aquí en la Rookies Cup.

—¿Le dejará que lo intente?

—Las sensaciones de querer correr sí que las tiene. Hace no mucho dudaba, le gustaba más el fútbol, pero ahora le gusta más esto. Yo creo que esto se lleva en la sangre y desde pequeño ya lo llevas dentro, de lo contrario… No puedo contestar que no a su pregunta porque, como lo lea, se enfada conmigo. (Risas). Hace trial con los Raga y con todos estos, como viven en la zona, tienen un grupito ahí muy majo.

Determinante Lawson y Schwantz se cayeron y pensé: ‘Hoy es mi día’. Mi

chip cambió”

Reconocimiento

Las abuelas sabían

quién era Crivillé. Alucino como aún se recuerda esa época”

Sucesor y fan “Mi hijo mayor flipa, me tiene como un ídolo. Ahora él quiere ser piloto”