Landa sube al cuarto
Relegó a Aru ● Bardet recortó 4” ● Ganó Barguil ● Contador atacó
La gran montaña del Tour 2017 tuvo un cierre a la altura de la mejor carrera del mundo. Y también del coloso alpino que acogía la meta: el Izoard. Venció un francés: Barguil, enfundado en su jersey de lunares, su segundo triunfo en esta edición. Y lució otro francés: Bardet entró tercero y recortó 4 segundos a Froome con la bonificación. Seguramente no le servirá de mucho, porque el maillot amarillo es el favorito para rematar mañana en la crono de Marsella, pero es un premio al pundonor del capitán del Ag2r. También recogió beneficios Landa, que desbancó a Aru de la cuarta plaza. A tiro de podio.
No se puede decir que Bardet no lo haya intentado en este Tour. Hemos visto a su equipo tensar muchos días al líder en los descensos, en las subidas… El francés arrancó el miércoles hasta cuatro veces en el Galibier. Y un día después, sin respiro, el Ag2r tomó la cabeza en el Vars y en el majestuoso Izoard. “No tengo nada que perder”, había anunciado Bardet, que fue segundo en París en 2016. Le falta un peldaño. Y ha echado el resto por auparse a él. Francia no gana el Tour desde Hinault en 1985. Demasiado tiempo. Por eso volvió a probar con insistencia en la última ascensión y se exprimió hasta el sprint final. Esos cuatro segundos son una recompensa muy pequeña, más simbólica que eficaz. Cuatro segundos que, al menos, le despegan de Rigoberto Urán.
“No estamos interesados en ganar la etapa”, había dicho Nicolas Portal, técnico del Sky, en France Télévisions durante la jornada. Su equipo había partido con un objetivo mayor: la consolidación del maillot amarillo. El Tour. Así que dio cuerda a la numerosa escapada: 54 corredores, un tercio del pelotón. Entre ellos se metieron dos equipos completos, el BMC y el Fortuneo (con ocho integrantes), y otro prácticamente pleno, el Direct Energie (ocho de nueve). También dos ciclistas españoles: Dani Navarro y Jesús Herrada. Las oportunidades se esfuman. Sunweb. La fuga jugó muchos cartones, pero no cantó bingo. Barguil arrancó desde el grupo de favoritos, superó a los supervivientes y se coronó en el Izoard tras doblegar a Atapuma, el único escapado que se coló entre los primeros. Se emocionó con su victoria. En abril había sufrido una fractura de pelvis y en julio brilla en el Tour: ha ganado una etapa en los Pirineos, otra en los Alpes y tiene atado el maillot de la Montaña. ¿Alguien da más? Pues sí. Su equipo, el Sunweb, ha conquistado este año el Giro con Dumoulin. Y de Francia se va a marchar también con otras dos etapas (al menos) de Matthews y el maillot verde.
Contador intentó la misma estrategia de Barguil. No llegó lejos. Ahora mismo es más corazón que piernas. Pero siempre prueba. Su caza coincidió con la arrancada de otro español: Landa. El alavés obtuvo el permiso del jefe y salió en busca de la victoria, incluso del podio. Pero Bardet estaba inquieto, no quería frivolidades, y su duelo con Froome llevó a ambos a la altura de Landa, con Urán siempre a rueda. Aru se había descolgado mucho antes: el Tour se le ha hecho demasiado largo.
Landa sale reforzado de los Alpes, a un paso del podio, aunque no es previsible que avance más en la crono. Está a 1:13 de Bardet y a 1:07 de Urán, que se jugarán entre ellos la segunda posición. El maillot amarillo ya parece tener dueño: otra vez Chris Froome, la cuarta vez.