Bultaco Brinco lo mejor de dos mundos
La legendaria marca española renace con una revolucionaria propuesta que combina características de bici con otras de moto, todo ello basado en la propulsión eléctrica
No es una moto, tampoco una bici. Bultaco, nombre legendario de la industria española, renace de sus cenizas con una propuesta tan original como la Brinco, una moto-bici de propulsión eléctrica. Un concepto innovador, con muchas particularidades que conviene analizar antes de tomar una decisión de compra.
La Brinco no es para todo el mundo, partamos de esa base. Existen cuatro variantes para otras tantas definiciones de utilización, pero en cualquiera de ellas se debe tener claro que no se trata de una bicicleta de pedaleo asistido, el motor eléctrico es capaz de funcionar de forma independiente a la acción del ciclista, tanto que dispone de puño de acelerador, al más puro estilo motociclista.
Debe ser así porque resulta una gesta mover tan solo con la fuerza física los 40 kilos de peso de un conjunto que en muchos aspectos recuerda a una moto de enduro: chasis robusto, suspensiones de largo recorrido, llantas de 24 pulgadas, generosos frenos de disco... Todo ello animado por un motor eléctrico ubicado en el buje de la rueda posterior y que entrega unos 3 CV, gestionables en tres modos de uso: Eco, Sport y Tour.
De alimentar al propulsor se encarga una batería de Litio-Ion que se encuentra suspendida del chasis y se recarga por completo en unas tres horas. Su autonomía, como en cualquier vehículo eléctrico, de- pende por completo del tipo de utilización que se haga, en un abanico que puede ir desde los 50 a los 100 kilómetros.
La diversión está garantizada con la Brinco, es algo incuestionable. La respuesta de su motor es contundente e incluso requiere un tiempo de adaptación por su aceleración, mientras que el tacto de suspensiones y frenos evoca de nuevo a una moto. En el campo sus posibilidades son enormes, mientras que en ciudad se revela como un vehículo tan eficaz como eficiente.
Eso sí, hay que tener en cuenta que para su uso en vías públicas tiene la catalogación de ciclomotor, por lo que exige carnet de conducir, matrícula y seguro. De hecho, la versión R no puede circular en estas condiciones, sólo en circuito.