España se gusta: “Nos estamos divirtiendo”
Líder de anotación, asistencias y tapones en las dos primeras jornadas
Cayó un tormentón ayer en Cluj, pero para España sólo hay claridad. 196 puntos, 56 asistencias, 11 tapones. Al final de la segunda jornada era líder en casi todos los apartados de la estadística. Las sensaciones son incluso mejores que los números. Buenos días en Rumanía.
Romen Ginzburg, seleccionador checo, se sentó en la sala de prensa del Polyvalent Hall después de que un camión le pasase por encima y concluyó: “España está en otra liga”. Es posible que no haya mejor resumen para las dos primeras jornadas de Eurobasket. La Selección, de lento arranque en otros campeonatos, ha empezado lanzada. Sus buenos automatismos en defensa le han permitido soltarse en ataque y acumular unas cifras que le ponen un escalón por encima de las otras 23. Es líder en anotación (192 puntos, 96 por partido), asistencias (56, 28 de media) y tapones (11, con Juancho en papel estelar). De los líderes en puntuación, Pau Gasol tiene el mejor ratio de puntos por partido (18 en 19,6). Y a pesar de jugar sin ataduras e intentando algunos arabescos, ha perdido 23 balones. Un número relativamente alto, pero mejor que el de 17 selecciones y que se ha engordado en los últimos minutos por pura relajación.
Los números son incontestables. Las sensaciones también. Sergio en el primer partido y Ricky en el segundo han jugado a su nivel más alto. San Emeterio, Sastre y Oriola hacen su trabajo de intendencia, los Hernangómez son un soplo de aire fresco; Navarro, los triples de alguien que parece querer estirar hasta el último segundo su maravillosa historia. Y los Gasol, uno con zapatillas rojas y filos amarillos; el otro con las zapatillas amarillas y los bordes rojos, parecen los policías de la cancha. “Nos lo estamos pasando bien”, resume Willy Hernangómez, que se come la madera como su hermano cada vez que aparece en cancha. “Que nadie se relaje, ya sabéis en lo que podéis ayudar”, dicen desde el cuerpo técnico y directivo de la FEB para tratar de evitar que se dispare una euforia que sería contraproducente con todo el campeonato por delante aún y los peligrosos cruces que empezarán el día 10 en Estambul. “Confío en la madurez del equipo”, se anticipa Scariolo, que ha vivido los días al límite de Berlín o Río los dos últimos años. “Tranquilos que ya vendrán las situaciones difíciles”, advierte San Emeterio. “Y ahí tendremos que estar más unidos que nunca”, acaba Willy. No se trata de lanzar las campanas al aire pero tampoco de quitarle las ganas de pasárselo bien.
España reanuda hoy su marcha ante Rumanía con nuevas ambiciones. Terminar líder de grupo, empujar a Gasol al récord de anotación y, sobre todo, seguir divirtiéndose.
Prudencia “Que nadie se relaje”, es la consigna más repetida