Un Ebro feliz y un Alcoyano indignado
■ Poco a poco se va ensamblando la plantilla del Ebro, casi renovada al cien por cien y con visos de poder hacer cosas más que interesantes. Las dos dianas de Borja Rubiato en Llagostera han sido el mejor bálsamo para los de Emilio Larraz, que ahora quieren dar la primera alegría a su parroquia. No será fácil ya que llega una de las plantillas más temidas del grupo, un Alcoyano que viaja todavía con el enfado por el arbitraje copero en Olot, eliminación blanquiazul en la prórroga.
Y es que las expulsiones de Galas, Pau Bosch y López Silva fueron un lastre que además se puede pagar en la competición liguera. El Alcoyano busca alcanzar los siete puntos.