Exhibición de Nibali en el último Monumento del año
Ganó Lombardía a lo grande en un despliegue de fuerza y habilidad
E ra la rueda a seguir, el más vigilado en el pelotón... pero poco importó. Vincenzo Nibali conquistó su segundo Giro de Lombardía a lo grande, entrando en solitario en la meta de Como tras una exhibición de fuerza en los ascensos y habilidad en las bajadas. El perfecto colofón para la temporada del Tiburón, capaz de ganar etapa y subirse al podio de las dos grandes que ha disputado, Giro y Vuelta, y cerrar el año con un Monumento.
Tras los movimientos iniciales de ciclistas como Cherel o Gilbert, y caídas como la de Laurens De Plus o Jan Bakelants (ambos en un barranco, el segundo se rompió siete costillas), todo se decidió en el Civiglio. Nairo lo probó primero, pero fue Pinot el que atacó con más ímpetu. Su hachazo encendió las alarmas de los favoritos, incluido Nibali que comenzó su recital.
El siciliano llegó a la rueda del francés con suma facilidad y ambos coronaron en solitario con 27 kilómetros por delante. La carretera ahora se empinaba para abajo y el Tiburón, gran especialista en descensos, no se lo pensó y protagonizó una bajada espectacular mientras Pinot, que ya en otras ocasiones ha mostrado debilidad en este terreno, vio cómo el del Bahrein se alejaba y con él sus opciones de triunfo. Un mazazo para el del FDJ, que finalmente no acabó ni en el podio. Sí Alaphilippe y Moscon, el mejor de un equipo Sky donde Nieve logró una meritoria octava posición y Landa abandonó.
Nibali, en cambio, tuvo tiempo durante el último kilómetro hasta de celebrar con la afición que le vitoreaba por su tremenda exhibición de ciclismo, de la que luego se mostró orgulloso: “Fue el día perfecto, no podría pedir nada más”.