La diputada cántabra que pasó del cross al oro olímpico de altura
Conquistó dos veces la Diamond
■ Ruth Beitia (Santander,
1979) deja un legado de 15 medallas internacionales en grandes campeonatos, en Europeos, Mundiales, de pista cubierta, al aire libre… pero la joya es el oro olímpico de Río, la culminación de una carrera que comenzó con 13 años, cuando conoció a Ramón Torralbo.
Ruth se inició en los crosses, también hizo vallas y longitud. “No era mala, se me daba bien”, recuerda. Pero sus características físicas le llevaron directa al listón.
Con 21 años ya saltaba 1,94 y se codeaba a nivel nacional con su amiga Marta Mendía. Con 24 llegó a 2,00, y a los 25 se colgó su primera medalla internacional con la plata en los Europeos de pista cubierta de Madrid. Después hizo su récord de España
(2,02) y se abonó a los podios continentales indoor. Su primer gran oro (y medalla al aire libre) fue en los Europeos de Helsinki 2012, pero Beitia tenía una espina: los Juegos Olímpicos. Había ido a Atenas, a Pekín y a Londres. De todos salió mal parada. Ruth decidió dejarlo. Se puso a patinar, a hacer deportes… “Pásate algún día por La Albericia (ahora llamada Ruth Beitia) y saltas un poco”, le decía Torralbo.
Se reenganchó y llegaron otros tres oros europeos, el bronce mundial al aire libre en Moscú 2013 y las Diamonds de 2015 y 2016. Entró en el Parlamento de Cantabria y organizaba su agenda con sus entrenamientos. El resultado final, la gloria olímpica de Río. Siempre ligada a Toñi Martos, con quien trabaja la parte mental, y a Julia García, su mánager. Ahora Beitia es la más popular en los paseos por El Sardinero.
Tope
Su récord de España es 2,02 metros y lo consiguió
en 2007