Cádiz-Betis: vuelve el derbi en Carranza ocho años después
Los amarillos, en horas muy bajas
S e pone todo y a todos en cuarentena, pero el que esto escribe no dudará en calificar el Cádiz-Betis de esta noche como un auténtico derbi. Hay rivalidad por distancia (apenas 130 kilómetros) y más aún por idiosincrasia, entre dos equipos de mucho arte y mucha guasa, con decenas de aficionados que comparten filias porque lo normal en el Mundo y sobre todo en los alrededores (exceptuando, se comprende, Jerez) es ir con un Cádiz que vuelve a recibir al Betis en Carranza ocho años después, esta vez en dieciseisavos de final de Copa del Rey.
Entonces, (2009-10, 2-2) militaban los dos en Segunda. Ahora juegan en divisiones diferentes y llegan al partido en inercias antagónicas: los verdiblancos disfrutan en las alturas de la máxima categoría tras un esplendoroso inicio de Liga y los gaditanos, tres puntos de los últimos 21 y sin ganar desde la cuarta jornada, penan cercanos al fondo del abismo que conduce a Segunda B. Necesitan reaccionar o, al menos, un arreón de autoestima como el que proporcionaría ganar un partido así.
Muchos cambios. Pero es la Copa y el chip cambia porque cambian sobre todo los futbolistas que salen de inicio. Setién rotará a tope y Álvaro Cervera probará soluciones para su crisis, de lo que puede salir un respiro o un desastre. No menos de siete cambios sobre la alineación que ganó el sábado al Alavés, empezando por el portero, se esperan en los verdiblancos. Cervera también aprovechará para darle una vuelta a su plan, y motivación y minutos a futbolistas como Álvaro García, extremo utrerano que el pasado verano estuvo en la agenda del club de Heliópolis.