Al Sevilla le late el corazón
Pizarro empató en el 93’ un partido que el Liverpool ganaba 0-3 ● El cambio de Mudo Vázquez, clave ● Un empate en Maribor le clasifica para octavos
C orazones que laten gritando Sevilla se fueron del Sánchez Pizjuán con el orgullo por las nubes después de empatarle al Liverpool un 0-3 en el minuto 93 con un gol agónico de Pizarro, que se abrazó a Berizzo después de completar la gesta. Levantarle tres goles a un club de leyenda cinco veces campeón de Europa está cerca de la hazaña. Bien lo sabe el Liverpool por aquella final memorable de Estambul en 2005. En términos de clasificación, el empate tuvo cierto valor.
Al Sevilla le vale un punto en Maribor para asegurar la clasificación. Pero, por encima de todo, fue un tesoro de punto en términos emocionales y de prestigio. Primero, el Sevilla se creyó al fin que sí es un equipo de Champions. Acomplejado en la competición con algunas noches pésimas en el currículo, como si sólo se sintiera pleno en la Europa League, se demostró que sí puede con este escenario y esa música celestial. En términos de prestigio, el 3-3 llenará informativos y hará marca mundial. Y si queremos dejarlo en el consumo interno, de las tertulias de hoy por Nervión o la Buhaira, el punto también le hizo un gran favor a Berizzo, que volteó el partido con un cambio arriesgado (Nzonzi por Vázquez) pero brillante y cambió la dirección de la noche. De un viaje hacia un ridículo sin paliativos hasta la heroica del 3-3 de Pizarro.