“Valverde ya ha dejado su huella en nuestro juego” Ter Stegen

En una charla con el ‘El País’, el meta alemán del Barça analiza su gran momento en la portería azulgrana.

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Desde hace un tiempo se habla más de sus paradas que de su juego con los pies.

—Bueno. Al principio todo el mundo hablaba de los pies porque se dijo que era lo importante en el Barça. Pero yo, que soy portero, sé que es bueno y diferente jugar con los pies.

—Aunque ese despeje con el brazo rígido como un poste es muy característico en usted, ¿no?

—Me sale natural y no pienso al hacerlo. Es un movimiento rápido y sale así. Funciona.

—¿Y qué es lo primero que piensa cuando le meten un gol?

—La clave está en pensar en lo que está por llegar.

—¿Es usted perfeccionista?

—Creo que sí. Me gusta hacer las cosas al cien por cien porque si no, no las hago.

—¿En todos los goles que recibe tiene una parte de culpa?

—Aunque esté perfectamente colocado, creo que hay algún gol que es imparable.

—¿Algún partido o error no le ha dejado dormir?

—Normalmente, no tengo problemas para dormir. Antes de un partido, nunca; después de uno tenso puede ser, como tras la final de la Champions, cuando me costó coger el sueño.

—¿Sueña con el fútbol?

—No, nunca. No he soñado ninguna vez en mi vida con el fútbol. Cero. Ni siquiera pesadillas.

—¿Ya no asume tantos riesgos como antes?

—No, no es que asuma menos riesgos, sino que los tengo mejor calculados.

—¿Le gusta regatear?

—¡En el entrenamiento sí! Pero en un partido… Hay que valorar los riesgos que tiene una situación y esto lo sé mejor que nunca después de los años que llevo jugando.

—¿Es complicado o divertido jugar en el Barça?

—Las dos cosas. Por un lado, no hay rival fácil en la Liga; y por el otro, a mí me encanta ser el portero del Barça.

—¿Le preocupa alejarse tanto de la portería para acompañar al equipo en la presión?

—Si estoy adelantado es para ayudar. No es por mí, sino por el equipo. Bueno, por mí también porque tengo menos camino para llegar al balón. Pero no miro hacia atrás y me digo: ‘¡Madre mía qué lejos está mi portería!’. No sé, no me pongo nervioso.

—¿Se considera el mejor portero del mundo?

—Lo que yo puedo hacer es jugar bien, cuidarme, pensar en fútbol, mejorar.

—¿Qué ha cambiado desde la Supercopa de agosto?

—Quizá la Prensa no quería que tuviéramos un buen año. No lo sé. Pero tras perder ese título, supimos que teníamos que trabajar tan duro como siempre e ir todos en la misma dirección bajo las indicaciones de Valverde, que creo que ya ha dejado su huella en el equipo.

—¿Duele más un gol del Madrid que de otro rival?

—Duele igual que los demás. Pero si tengo que decir uno que me molestó mucho fue el del año pasado, cuando Ramos nos marcó en el 89. Me dejó una sensación muy mala.

—¿El secreto del Barça ha sido juntar las líneas?

—Eso es lo que dicen. Yo creo que, además de ser una familia en el vestuario, el entrenador ha hecho un trabajo diferente. Lo ha visto desde fuera, cuando estaba en el Athletic de Bilbao como rival, y sabía qué tocar para mejorar. Esa visión nos ha venido bien, estamos muy bien defensivamente y debemos mantenerlo toda la temporada o mejorarlo para seguir arriba.

Me molestó mucho el gol de Ramos en el minuto 89, me dejó una sensación mala”