Baptista “El del Barça fue mi gol más feliz con el Madrid”

Le llamaban la ‘Bestia’ por su fortaleza. En España brilló en Sevilla, Málaga y Real Madrid, donde jugó 78 partidos y marcó 13 goles de 2005 a 2008. También jugó en Sao Paulo, Cruzeiro, Arsenal, Roma... Fue 44 veces internacional. Pero, por encima de todo, tuvo fama de ser una persona excelente.

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¿Qué es de su vida?

—Estoy fenomenal. He llegado de EE UU hace poquito. Rescindí mi contrato con Orlando City de mutuo acuerdo porque queríamos venirnos a España.

—¿Quiere retirarse ya?

—Tengo 36 años y mire… No cierro las puertas a nada, pero estoy muy tranquilo con mi familia. Si llega alguna cosa que me cuadre, bien, y si no, estoy totalmente instalado en Madrid y daré otros pasos... Querría empezar el curso de director deportivo, seguir ligado al fútbol...

—¿Pero está entrenándose?

—Hombre claro, me tengo que cuidar. Un atleta siempre tiene que cuidarse…

—¿Si sigue jugando aspira a la máxima competición o le valdría una experiencia como la del Cata en el Fuenlabrada?

—La verdad es que no me gustaría quedarme en España. Ya he jugado en tres equipos punteros aquí y sería complicado… Me veo más fuera, siempre y cuando me cuadre la experiencia.

—Usted era la Bestia, el jugador total, pero… ¿de qué empezó a jugar?

—Cuando era niño siempre de delantero. Al entrar en el Sao Paulo me retrasaron a mediocentro defensivo, pero de los dos medios, yo era el que salía más con el balón…

—No era Casemiro…

—No, era el que salía un poco más. Y así llegué a Europa. Y ya fue Caparrós el que me puso como punta o segundo punta.

—¿Se acuerda de aquel Clásico de 2007?

—Hombre, cómo no me voy a acordar. Fue uno de los momentos más importante de mi vida. Los Clásicos son una cosa increíble, y en ese pude marcar y dar una distancia al Madrid como para que pudiera ganar la Liga. Además, un par de días antes hice un reportaje increíble para As... Fue cosa de Óscar Ribot...

—¿No puso reparos para meterse con un tigre en una jaula?

—No le voy a engañar, da un poco de miedo. Vale, estaba el domador allí y todo lo que quiera, pero yo me empeñé en que dejaran la puerta que tenía detrás abierta por si tenía que salir corriendo (risas).

—¿Qué le dijeron en el vestuario?

—-Hubo mucho cachondeo (risas). Y en el club, un poco de enfado... Lógico ¿Pero sabe qué?

—Dígame...

—Que fue premonitorio, porque alguien del gabinete de prensa me dijo que esas cosas era mejor no hacerlas, y medio en broma me dijo que me perdonarían si marcaba un gol en el Camp Nou que sirviera para ganar.

—¡Y lo hizo! ¿Cómo recuerda aquel gol?

—Fue un saque en largo de Casillas. Alguien del Barcelona rechazó, el balón volvió a Raúl, y él de cabeza me la consiguió dar. Hice la pared con Van Nistelrooy, y le pegué con el alma.

—¿Cuántos goles le marcó al Barça?

—¡Pues creo que sólo ese! (risas). Y fue el más importante y feliz con el Madrid.

—¿Qué se le pasó por la cabeza?

Zidane “Tiene un toque mágico; tras Del Bosque nadie dio estabilidad”

Su gol “Hice la pared con Van Nistelrooy y la pegué con el alma”

—No se puede explicar. Son palabras mayores, en el Camp Nou, un gol que valía una Liga… Había millones de madridistas viendo ese partido en todo el mundo. Fue mi momento. —¿Cómo vivió el pasillo del Barça en el Bernabéu al final de aquella Liga? —En Brasil esas cosas no se ven. La verdad es que choca… —¿No está a favor de hacerlo?

—Es duro que tu máximo rival te haga el pasillo. Pero si en España se suele hacer… —¿Cómo vivió esa transición del Madrid galáctico que se desmoronó a la reconstrucción con Ramón Calderón? —El fútbol tiene estas cosas. Son ciclos. Aquel Madrid tenía a los mejores… —¿Por qué dijo Florentino que había mimado a los jugadores?

—No creo que fuera así… Esos jugadores querían ganar, pero también digo que a lo mejor, después de Del Bosque, no se encontró a un entrenador que diera estabilidad a aquellos jugadores. Si hubiera llegado un técnico capaz de dar esa tranquilidad… Y pasaron muchos: Queiroz, Luxemburgo, López Caro, García Remón, Camacho, Schuster, Capello, Pellegrini, Mourinho, Benítez, Ancelotti… y luego con Zidane empieza a funcionar otra vez.

—¿Por qué con Zidane?

—Hay que tener un toque mágico. El hecho de que Zidane fuera un jugador increíble, de la máxima categoría, el mejor del mundo… Los jugadores respetan eso mucho y dan más, porque saben que detrás hay una persona importante. —¿Cómo era el Zidane que usted conoció? —Una persona increíble. Muy tímido, pero con detalles de muy buena persona. —¿Detalles como cuáles?

—Era muy tranquilo pero se te acercaba y te decía: “Mira Julio, esto por aquí, esto por allí, si haces esto te va a ir mejor…”. Te aconsejaba sin

estridencias. Te daba toques. —¿Cuál fue el mejor jugador con el que compartió vestuario? —Ronaldo fue para todos un jugador espectacular, pero yo fui muy fan de Zidane. —¿Qué apreciaba de su juego?

—Que hacía que lo que era muy difícil pareciera sencillo.

—Francescoli, que fue el gran ídolo de Zidane, me llegó a decir en una entrevista en As que lo mejor de Zidane eran “sus controles”.

—¡Exacto! Tenía algo especial. Yo creo que él empezó a dar un cambio en el fútbol con eso. Cualquier jugador puede controlar el balón, pero hacerlo orientándote para la jugada lo empezó a hacer él. Y ganaba tiempo. Y jugaba en ventaja. Ahora veo en Isco algunos de esos detalles. Hay jugadores que con su manera de jugar cambian un poco el fútbol…

—¿Cómo quién?

—Pues por ejemplo Roberto Carlos y Cafú. Con ellos apareció la figura de los carrileros largos, laterales que no sólo defendían, sino que también atacaban. —¿Qué jugadores hicieron el último cambio en el fútbol?

—Xavi Hernández e Iniesta con el Barcelona y la Selección española. El control en el centro del campo, la capacidad de asociarse así en la medular, de triangular. Ellos cambiaron el fútbol moderno. Ahora, el Madrid ha encontrado futbolistas similares con Modric, Kroos e Isco. Mandar en el juego es vital.

—¿Ve bien al Madrid?

—Ha ganado tres de la últimas cuatro Champions. ¡Qué

más se puede decir! Ocho títulos con Zidane. Es un éxito muy grande. Espero que Zidane siga ganando muchos años porque es un club que necesita de gente como él, un técnico con personalidad, calmado, tranquilo… Lo transmite a los jugadores y a los aficionados. Hay muchos entrenadores que están toda una vida para ganar lo que ha ganado Zidane. —Cristiano y Messi… ¿En su época estaba más repartido? —Había muchos más jugadores. Y no sólo dos equipos como Madrid y Barça que estaban muy por encima de los demás. La cosa estaba más disputada. Pero la constancia que tienen los dos es espectacular. —¿Usted sería titular en este Real Madrid?

—(Risas). No sé. En mi Madrid también estaba complicado: Ronaldo, Zidane, Robinho, Beckham… ¿Serían ellos titulares en este Madrid? No se sabe. Mi etapa fue increíble, una etapa genial con muy buenos futbolistas. —¿Si no gana el Madrid este Clásico se despide de La Liga?

—Ganar o empatar es vital, pero no puede perder… Si no, la Liga estará muy complicada.

Laterales

“Roberto Carlos y Cafú cambiaron la manera de jugar...”

Revolución

“... el último cambio en

el fútbol moderno fue con Xavi e

Iniesta”