Theo y el ‘Plan B’ gripado
El galo y Marcos Llorente ilustran la floja segunda unidad Mayoral se salvó y empata a Benzema en goles, cinco
A I Madrid se le ha gripado el motor auxiliar. En la temporada pasada Zidane logró mantener un ritmo explosivo, especialmente en Liga, sostenido en esa carga de queroseno que llevaban en sus piernas Morata, Asensio, Lucas Vázquez, James, Nacho y Pepe. Suplentes que hacían rechinar los dientes de los titularísimos.
En Los Pajaritos, el primer envite blanco en 2018, se confirmó la tendencia del último tramo de 2017. Zizou ya no puede echar mano del famoso Plan B. El ejemplo más notorio es Theo, el flanco por el que Arrasate envió sus naves. El fichaje más caro del verano (26 millones), con la idea de olvidar cuanto antes a Coentrao, está siendo el más decepcionante. Desde su lesión de hombro en Anoeta ha ido desvaneciéndose hasta pisar líneas rojas. En la vuelta con el Fuenlabrada el Bernabéu le pitó y le tomó la matrícula. No le ayuda, además, que parece más pendiente de emular el ritmo de vida de una superestrella (viajes en jet privado, fiestas extravagantes de cumpleaños...) que encarar el reto mayúsculo de disputarle el puesto a Marcelo.
En Soria, Theo fue el defensa que más balones perdió (16) y el que más pases falló (siete). Y pudo alterar el destino de la eliminatoria, en negativo, pero Estrada Fernández
no vio su penalti a Dani Nieto
con 0-0...
Problemas. Ese polo, el de los condenados al ostracismo, del que no parece que vaya a salir Marcos Llorente. Con Casilla
pasando frío, un error flagrante del mediocentro acabó con la pelota en el travesaño blanco. Hubiera sido el 1-1.
El Madrid, sin el impulso de los suplentísimos, recurrió a dos penaltis generados por un purasangre sí especializado en producir desde el banquillo, Lucas Vázquez. La misma raza de Mayoral, que salvó su noche marcando. Iguala a Benzema en goles (cinco) habiendo jugado 958 minutos menos y marca cada 106’. Pero Zidane anda con la mosca tras la oreja. “¿Jugadores con pocos minutos? Paciencia y a trabajar”, fue su respuesta. Su primera misión de 2018 será reformular ese Plan B.