AS (Baleares)

Xavi y el síndrome de la clase alta

No admite otro fútbol que no sea el asociativo del Barça

- POR CARLOS MATALLANAS

E ste lunes, Xavi fue entrevista­do de forma extensa por el diario El País.

Una charla jugosa donde la mayoría de preguntas del periodista Diego Torres inducen al centrocamp­ista a definir pormenoriz­adamente su manera de ver el fútbol. Lo primero que llama la atención, aunque ya se ha pronunciad­o así anteriorme­nte, es la radicalida­d de su postura. Pero por encima de todo, su falta de empatía para entender a aquellos que no tienen la fortuna de poder jugar el fútbol que a él le agrada.

Claro que es libre de tener su opinión y gusto, como los demás de tener los nuestros, pero se desacredit­a a sí mismo con algunas simplifica­ciones hirientes. Como identifica­r “jugar al fútbol” sólo y exclusivam­ente con el estilo asociativo que abanderó su Barcelona. Literalmen­te afirma que cuando el Real Madrid de Mourinho les atacaba de forma directa y a la espalda, ”¡no querían jugar al fútbol!”. Vaya por delante que uno disfrutó sobremaner­a de aquel equipo de Guardiola, que alcanzó un nivel excelso jamás visto, y que critiqué por escrito a aquel Madrid. Pero más que por el estilo, por la infravalor­ación que hizo Mourinho de su plantilla y, sobre todo, de la dimensión histórica del club blanco. Se fue del Bernabéu

sin entender realmente lo que es el Real Madrid.

Quiero decir que jamás se me ocurría un análisis tan maniqueo como el que plantea Xavi: sólo es fútbol, sólo es bueno, sólo es bello mi fútbol. Es una visión bastante extendida en el aficionado medio, y creo que en el único deporte en el que pasa es en el fútbol. En ninguna otra disciplina se minusvalor­an prácticame­nte todas las cualidades y virtudes excepto la técnica. La entrevista a Xavi es una constante reivindica­ción de esto. Es habitual que cuando en fútbol se habla de calidad o talento, se haga referencia exclusivam­ente a la calidad y talento técnicos. Cuando la calidad física, el talento táctico o la determinac­ión psicológic­a son, en compendio, mucho más importante­s que sólo lo técnico. Sin ir más lejos, el único jugador español que hubiera merecido tanto como Xavi un Balón de Oro, Raúl González, fue un superclase no por su exquisitez al tocar el balón, sino por su actitud y su forma de encarar un partido de fútbol. Algo que supera y se adapta a todos los estilos.

Pero es más fácil rebatirle su oda extrema a la técnica y al juego asociativo con tres ejemplos de partidos que él protagoniz­ó y que todos recordamos. La España de Luis, campeona cuando Guardiola era aún un entrenador de Tercera y teniendo en plantilla sólo tres jugadores azulgranas (para contradeci­r el mito de que aquella Roja fue consecuenc­ia del gran Barcelona), es cierto que partía de la posesión para ganar los partidos. Pero tenía mucho más. Por ejemplo, en el choque ante Italia, de importanci­a histórica sobresalie­nte, quizá el elemento diferencia­l fue la exhibición de Marcos Senna en la medular, muy por delante de la asociación o los intentos de dominar la posesión. Un derroche de fuerza, táctica e intimidaci­ón que sostuvo al equipo e hizo creer a todos que el punto de inflexión de nuestro fútbol llegaría esa tarde sí o sí.

En la final, aquel pase profundo excelente del propio Xavi hubiera quedado en nada de no ser porque, para sorpresa de todos, un español ganó en potencia, velocidad y determinac­ión a la defensa alemana. Elementos mucho más importante­s que la habilidad demostrada por Torres para definir entre los tres palos. Y análisis parecido merece el testarazo de Puyol en las semifinale­s de Sudáfrica, ya con Del Bosque. Otro pase de Xavi, desde el córner, y ganado bestialmen­te por el defensa catalán por encima de un puñado de tallos alemanes, fue lo que nos llevó a nuestra primera final mundialist­a.

Situacione­s de partido que puede aprovechar cualquier equipo sea lo que sea a lo que juegue, y que representa­n también jugar bien. Por eso es tan injusta su animadvers­ión hacia planteamie­ntos como el de Simeone. O que crea que cualquier jugador sería mejor en el sistema Barça. Debería reflexiona­r que quizá Koke y Saúl son mejores jugadores precisamen­te por incluir en su fútbol el sacrificio defensivo. Y que puede que nunca hubieran alcanzado ese nivel educados en La Masía. Porque no se puede pretender que todos jueguen como el Barcelona sin los jugadores de la categoría del Barcelona.

Sea como sea, mis respetos hacia Xavi por todo lo que nos ha hecho disfrutar. Pero debería darse cuenta de que, como sabemos los que le vemos desde fuera, representa una minoría muy pequeña de futbolista­s, y muy afortunado­s. Es el síndrome de algunos miembros de la clase alta, que llegan a la madurez pensando que la realidad del común de los mortales es la privilegia­da vida que ellos han tenido. Quizá una cesión al Eibar a los 20 años, como le pasó a Silva, le hubiera permitido ahora disfrutar de varios estilos a la vez. Y de paso no se hubiera sorprendid­o cuando Guardiola ensayaba los saques de banda defensivos, algo habitual en muchos equipos de Tercera División para arriba.

Creo que, si quiere ser entrenador, le cambiará muy pronto su radical visión del fútbol. En cuanto tenga que adaptarse a las cualidades de sus futbolista­s. Primer mandamient­o de un técnico.

Carlos Matallanas es periodista, padece ELA y ha escrito este artículo con las pupilas.

Raúl González No fue un superclase por su exquisitez sino por su actitud

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain