Seis puertos en 105 km: Andorra, juez de la Vuelta
El trazado de 2018 tendrá nueve metas en alto y 40,7 km de crono
Montaña Habrá tres finales en alto en cada semana y opciones de
ataques
Identidad
Javier Guillén saca pecho por su formato: “La Vuelta es la Vuelta”
La Vuelta 2018 seguirá fiel a su modelo. Nueve finales en alto, mucha montaña, cimas inéditas y ascensiones clásicas… y un penúltimo día
espectacular en los Pirineos andorranos. Sus señas de identidad.
La Vuelta 2018 desveló ayer en Estepona los detalles de su recorrido y de lo que será a priori la jornada decisiva. Un etapón el penúltimo día en Andorra con seis puertos en sólo 105 km con más de 4.000 metros de desnivel y final en La Gallina. Cuando apareció el perfil en la pantalla del auditorio Felipe VI de la localidad malagueña se escucharon murmullos. Ni un metro llano. Se inspira, sin llegar a ese nivel, en la que se disputó en la edición de 2015 y que estuvo diseñada por Purito. Javier Guillén, director de la carrera, ya había mostrado su deseo de repetirla el penúltimo día de la prueba. Así será.
La idea es que sea entonces cuando se decida la carrera, bien porque la general esté apretada o porque anime a intentar una gesta. Pero no será porque antes no haya terreno para sentenciar la general. Nueve finales en alto se distribuirán en tres cada semana aunque la dureza irá subiendo progresivamente. El arranque en Andalucía ya contará con la crono inicial en Málaga, el primer final en cuesta en Caminito del Rey y la primera cima inédita, La Alfaguara. Terrenos para las emboscadas como la llegada en bajada a Roquetas o el final quebrado en Pozo Alcón también añadirán picante a un primer tramo que acabará con la ascensión a La Covatilla.
El regreso a Galicia tampoco será ningún paseo (ojo al viento en el Faro de Estaca de Bares) y, a partir de ahí, “la carrera irá cobrando intensidad”, apunta Guillén. Vaya si lo hace: tres finales en alto encadenados. El viernes 7 de septiembre se ascenderá La Camperona. El sábado 8, coincidiendo con la festividad asturiana, se descubrirá, tras cuatro puertos previos, Les Praeres de Nava. Y el domingo, un clásico como Lagos de Covadonga hará una criba importante antes del tramo final. Fórmula. La última semana arrancará con una crono de 32,7 km entre Santillana del Mar y Torrelavega, una preciosa etapa de montaña con la novedosa llegada en alto del Balcón de Bizkaia (Monte Oiz). Y, tras la penúltima opción de los sprinters en Lleida (la carrera no se olvida de Cataluña), el final de fiesta en Andorra con dos jornadas decisivas: una etapa unipuerto con llegada a Naturlandia y la traca final de seis ascensiones en poco más de 100 kilómetros. Jornada con la que se espera obtener un resultado tan espectacular como en la sierra madrileña en 2015, en Aitana en 2016 o en el Angliru en la pasada edición. La fórmula se repite porque ya es una seña más de la identidad de la carrera. Guillén saca pecho: “La Vuelta es la Vuelta”.