Jesús Calleja se perdió en el barrizal de Uyuni

■ Dos teléfonos móviles en el bolsillo, ninguno araña una gota de cobertura para contactar con el periódico y enviar un correo electrónico por ahora. De noche dejamos Uyuni para viajar en autobús-cama a Tupiza, última parada del Dakar en el Altiplano boliviano y un buen lugar para desconectar del mundo si tu deber no es escribir y publicar. Además, a toda la caravana dakariana nos recibió un auténtico barrizal. Hay que tener en cuenta que los veteranos lo comparan con Oruro en 2017, y el vivac no será tal porque los vehículos de asistencia no pueden entrar bajo riesgo de quedarse atrapados. Una hilera de camiones ocupa varios kilómetros en la carretera de acceso a este campamento embarrado.

Aquí estamos, pero quien se va a perder todo esto es Jesús Calleja: se vio obligado a abandonar la competición en la noche del sábado, no pudo completar la séptima etapa y abandona su segundo Dakar. Tuvo problemas de todo tipo antes de la etapa de descanso, desde un repostaje defectuoso que afectó al motor a una rotura en las ruedas que retrasó su llegada a La Paz hasta bien entrada la noche. Ahora se vuelve a casa sin la muesca que le faltaba, terminar el raid más duro del mundo. Pero como el leones en un tipo valiente y obstinado, seguro que vuelve a intentarlo.