Los Hispanos echaron un borrón de campeonato
Pobre encuentro y derrota ante una Eslovenia superior
C osas del péndulo deportivo: del subidón por el partido ante Macedonia a la desesperación por la derrota de ayer ante Eslovenia, que mete en un lío a los Hispanos, obligados a ganar hoy a Alemania. Lo cierto es que España echó un borrón mayúsculo en el campeonato, porque le faltó hasta el oficio para capear el repaso del rival, y pecó de ansiedad hasta el punto de andar metida en acciones personales que no van con el estilo de la Selección.
No funcionó casi nada, porque la defensa no fue lo contundente de otros días, ni tan colectiva, porque el 6-0 parecía un barco con mil vías de agua, con Zarabec moviendo a los suyos para encontrar siempre opciones, a veces tan evidentes en el dos contra dos que no se acababa de entender que gente bregada, experta, conocedora del juego, no fuese capaz de verla, de anticiparse, de tocar al rival.
Fue de esos días malos que luego son complicados de asimilar, porque no se entiende que todos los despejes fuesen para Eslovenia, que un tipo como Blagotinsek, grande, fuerte y duro, encontrase tantos pasillos para sumar goles.
Tampoco se entiende la habilidad española para chocar machaconamente con los postes, y eso que ayer se sumaron tres tantos directos, a portería vacía, un pleno complicado de ver en este Europeo (Guardiola, Morros y Entrerríos).
Es que la segunda mitad, por momentos, Eslovenia no tenía contestación por la impotencia española, aunque Jordi Ribera cambió, varió y permutó todo cuanto pudo, sin resultado. Dieron resultados Ariño por sus recuperaciones, Figueras por su acierto ofensivo, y Ferrán Solé en su extremo, que jugó todo el encuentro.
En la recta final hubo un momento en que reaccionó España, pero no tuvo tiempo porque Eslovenia se jugaba su última bala. Luego, la República Checa ganó lo que le permite a España respirar, porque depende de sí misma.
Fallo colectivo La defensa no fue consistente, y se flojeó en ataque