Caza a los diablos rojos
El Sevilla, a marcar y no encajar ante el histórico United
Aunque alguien pueda haberlo olvidado, José Mourinho ganó el primero de sus únicos cuatro títulos internacionales en Sevilla. Fue hace 15 años en el Estadio de La Cartuja. Una final de infarto Oporto-Celtic, preciosa, que lanzó la carrera del portugués. Tres lustros después, el Sevilla no es la entidad económicamente en los huesos que fue y suma seis títulos europeos. Tampoco Mourinho, con un perfil algo más aplanado, ni el United. Los dos vivieron tiempos mejores. El portugués ganó su última Champions en 2010 con el Inter y el United no reina desde hace una década en Europa y da la sensación de estar en una continua reconstrucción.
El Sevilla está otra vez delante del muro imposible de los octavos, ronda que nunca ha superado en el formato Champions (fue cuartofinalista de la vieja Copa de Europa en 1958). Fenerbahçe (2008),
CSKA (2010) y Leicester (2017) representan tres de las frustraciones históricas más grandes del sevillismo reciente, el de las finales y los títulos. A diferencia de su amor a primera vista con la Europa League, la Champions se le atraganta. Pero a diferencia de las tres anteriores ocasiones, esta vez el Sevilla no es favorito. Manchester United es una de las marcas con más impacto económico a nivel mundial. Su plantilla impresiona. Aun sin Blind, Fellaini ni Ibrahimovic, su nómina es espectacular. Desde De Gea hasta Lukaku pasando por Martial, Pogba, Matic, Mata, Ander, Rashford. Impresionante. Un equipo con un físico descomunal.
El Sevilla, empujado por la inigualable magia de Nervión, pondrá corazón y a su once de oro para intentar hacer gol y, sobre todo, dejar la portería a cero. Montella sabe que necesita el partido perfecto. Que no abandonen las musas a Banega ni el gol a Muriel. Que vuelen Navas, Escudero, Sarabia y que Nzonzi se haga gigante. Que Rico sea un muro y que sufra De Gea, del uno al noventa. El Sevilla sale hoy a cazar diablos rojos.
De gala Recuperado Banega, Montella alineará esta noche a su once de oro