La eliminación en Copa deja mal a Guardiola

Ya no podrá conquistar el póquer y la polémica le salpicó

EI Manchester City de Pep Guardiola dijo el martes adiós al sueño del cuarteto de la manera más inesperada. Cayó 1-0 ante el Wigan en los octavos de final de la FA Cup en un partido que será recordado durante años tanto por las formas como por el fondo.

Fue la mayor sorpresa en la competición desde que el propio Wigan venciera al City en la final de 2013. El entonces equipo dirigido por Roberto Martínez ha descendido dos categorías desde aquella visita a Wembley y recibía al líder de la Premier tras dos derrotas consecutivas en su liga. La victoria del City parecía cantada. El equipo de Pep pudo y mereció lograrla como atestiguan las estadísticas. Dominó el 82% de la posesión, disparó 25 veces más que su rival y gozó de 15 córners a favor por cero del rival. Pero todo lo demás pareció estar en su contra. El gol se resistió, Delph vio una rigurosa roja antes del descanso y Will Grigg aprovechó la superioridad numérica a falta de 10 minutos para firmar la gesta del Wigan.

Luego, llegó la invasión de campo y el enfrentamiento de Agüero con un hincha en un partido que ya había tenido otra gran bronca en el descanso. Entonces, Pep Guardiola, molesto por la decisión del arbitro de expulsar a Delph cuando parecía que iba a sacar una amarilla, se encaró con el entrenador rival y tuvo después que frenar a sus jugadores para evitar un lío mayor.

Descontrol Molesto con la expulsión de Delph, Guardiola se encaró al técnico rival