El acoso del Leganés no intimidó a Chichizola
El portero argentino evitó la victoria de los pepineros
L eganés y Las Palmas empataron en duelo que los dos calificaron como final. De haber sido de ésas en las que se regala un título tras el partido, la copa debería haber acabado en casa. Aunque fuera a los puntos. Los madrileños lucieron mejores argumentos, sobre todo en una segunda parte en la que imbuyeron a Chichizola del heroísmo de los porteros determinantes. El argentino sacó un par de buenas ocasiones pepineras. El resto ya se ocupó de marrarlos un ataque blanquiazul mellado. El punto sirve al Lega para mantener su distancia con el pozo y frenar su racha de cuatro derrotas consecutivas. A Las Palmas, para continuar su lucha por abandonarlo.
El comienzo cuajó raro, con dos estilos tratando de mezclarse en la agitación de un choque anegado de nervios. A Las Palmas le salía bien lo de tener la pelota, pero mostró cortocircuitos que amenazaron con quemar su plan. El Lega recobró la presión que reclama Garitano para defender mejor, pero deslices individuales calaban su motor cada vez que parecía que iba a alcanzar velocidad de crucero. La continuidad era una utopía que nadie abrazó. Resultado: al descanso, dos remates por equipo, ninguno a puerta y sólo un “¡Uy!”, el del cabezazo de Gabriel en el minuto dos.
El mismo minuto, pero de la segunda mitad, regaló la ocasión más clara en jugada. A balón parado llegarían otras igual de peligrosas. La desgracia quiso que el pase de Gabriel cayera en los pies de Amrabat, peleado con el gol. Lo suyo, dice, es regalarlos, no meterlos. Cumplió con su definición y ante Chichizola la ajustó demasiado.
El argentino le paró dos a El Zhar hasta que llegó el milagro con el que se santificó. Evitó con una mano de voleibol un sutil remate de Bustinza. Para entonces Amrabat ya se había marchado enfadado al vestuario tras su cambio. Allí no vio la gran ocasión de Las Palmas. Un despeje de Cuéllar rebotó en Bustinza y casi acaba en gol. Con este sainete se cerró el empate.
Amrabat
El delantero marroquí se enfadó
al ser cambiado