Scariolo “Estamos perdiendo talento en la formación”

El seleccionador atiende a As en la fila 10 del vuelo IB2817 Minsk-Zaragoza que lleva a España hacia su cuarto partido rumbo al Mundial de China. Las Ventanas son inicio y final de la charla, pero en medio, insiste en una asunto capital, el trabajo de base.

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Justo después del Eurobasket, aseguró que España las iba a pasar “canutas” para ir al Mundial. ¿Lo ve ya mejor?

—Estar ya con tres victorias es una situación favorable y hasta imprevista en cierto modo. No el pánico, pero la preocupación podía ser legítima. Luego vimos que podíamos hacer un buen trabajo.

—¿Qué le está dejando la experiencia de las Ventanas?

—Es extremadamente instructiva. Te enseña a sintetizar, a encontrar un equilibrio entre la preparación de un equipo sin un exceso de volumen táctico y físico.

—¿Le ha entrado el gusanillo con este trabajo de volver a entrenar un club?

—A mí el gusanillo de entrenar a un club nunca se me ha acabado. Pero hay dos situaciones que tengo que valorar. Primero, que sea una experiencia que me atraiga y eso tiene que ver con hacer algo gratificante y divertido, construir algo. Y por otro lado está el tema de la norma de la incompatibilidad. Pero nunca he cerrado la puerta a entrenar a un club.

—¿Ser entrenador de club ahora además de seleccionador le ayudaría o le distraería?

—Lo cierto es que la norma de incompatibilidad es difícil de defender hasta por principios constitucionales. Si es por aplicación práctica, puede haber visiones diferentes.

—¿La experiencia de la FEB sí le sigue divirtiendo?

—Obviamente, me falta más cancha. Más que los partidos, los entrenamientos. Pero me está divirtiendo el trabajo que estamos haciendo con la base para adecuarnos a un cambio de escenario. La realidad hoy no ayuda a formar jugadores seleccionables españoles.

—¿Esta Selección que está viniendo ahora es una foto de ese problema?

—No, pero el sistema acabará por reducir el protagonismo cuantitativo y cualitativo de los españoles. Falta sintonía y una política de iniciativas para cuando los jugadores acaban su etapa junior. Entonces, al margen del Doncic de turno, no están preparados para dar el salto y jugar 15 minutos en ACB. Echo de menos que se creen sinergias en esto. Este es un problema grave en la lista de prioridades del baloncesto de este país.

—¿Y cuál sería el marco más adecuado en su opinión?

—Hay que alargar el cuidado a los jugadores, crear una categoría como existía antes que alarga un par de años la cantera de los equipos profesionales. Eso, o bien crear una competición con una limitación de edad. ¿La fórmula? Eso se lo dejo con mucho gusto a los políticos. Pero algo hay que hacer. Hay jugadores que van a universidades americanas y otros van cedidos sin saber cómo van a progresar… Hay una dispersión y una fase en la que perdemos talento y energías y no podemos permitírnoslo. Italia, Francia y Rusia se están anticipando.

—Vuelvo a las Ventanas. A la siguiente podrán venir ya jugadores Euroliga y NBA. ¿Le creará alguna duda moral para hacer la lista?

—Duda moral existiría si hubiese alguna falta de claridad o una promesa no mantenida a la hora de llamar a un jugador. Duda profesional, sí. Cuando sea el momento, habrá que razonar sobre los criterios que queremos seguir. Y tener claro qué clase de disponibilidad quieren darnos los jugadores. Cualquier proyección sobre el futuro está fuera de lugar porque no hay futuro. Hay presente. Una vez superada esta Ventana y digerido

Alerta roja “Algo hay que hacer para cuidar la base; es un problema grave”

el segundo momento, es el paso de la FEB. Decidir qué parámetros seguir.

—Quítese el chándal de seleccionador y sea honesto. ¿Qué sabor de boca le están dejando las Ventanas?

—Creo que las Ventanas en sí están constituyendo una actividad y una competición que tienen unos valores interesantes. Si lo valoramos desde el punto de vista del conflicto FIBAEuroliga, es legítimo que se mantenga una sensación de algo incompleto. Pero he visto partidos divertidos, he conocido jugadores que han podido dar un paso al frente. Como en todas las cosas, si uno quiere buscar lo positivo también lo encuentra.

El futuro “Nunca he cerrado la puerta a entrenar otra vez a un club”