De padre y muy señor mío
Recital de Messi, que fulmina al Chelsea con dos goles y una asistencia ● Dembélé se estrenó como goleador ● Buen Chelsea, pero impotente y fallón
Messi dictó sentencia y fue inapelable con un partido de padre y muy señor mío. El argentino regresó al terreno de juego tras descansar a causa de su tercera paternidad y lideró al Barcelona hacia los cuartos de final tras dirigir de cabo a rabo el triunfo culé ante el Chelsea por 3- 0 con dos goles y una asistencia. La exhibición del argentino minimizó el remarcable partido de un Chelsea muy valiente que jugó un partido muy bueno… pero no lo bastante como para conjurar al mejor jugador del mundo. La diferencia se llama Messi.
La apuesta inicial de los dos entrenadores fue ambiciosa. Ambos dieron un paso al frente. Valverde salió con Dembélé como cuarto centrocampista/ tercer delantero, mientras que Conte hacía caso a Hazard, que hacía días que le pedía jugar con un ‘ 9’ de referencia que le descargara balones para poder aparecer. Los profetas que especularon con un partido de tanteo en los primeros minutos se encontraron con un baño de realidad futbolera sensacional. La salida del Barcelona con Dembélé desequilibrando por su banda originó una serie de rebotes que Suárez convirtió en asistencia para que Messi batiera a Courtois entre las piernas a los dos minutos. A Messi le quedaban pocos goles con nombre y apellido del catálogo para imitar. El primero del Barça de ayer entra en la categoría de gol de Belletti. Fue casi calcado al que el brasileño anotó en la final de la Champions ante el Arsenal en París.
El tanto desató a un Chelsea que tuvo en Giroud un descargador de balones para que tanto Hazard como Willian llevaran a la defensa culé por el camino de la amargura. El conjunto local pasó por malos momentos, que se solventaron entre la eficacia de Ter Stegen y la solidez de Umtiti y que Messi aprovechó para coger a los ingleses en una contra en la que lo hizo todo menos marcar. Robó el balón, lo ganó en la primera disputa, se lo acomodó en la segunda tras una aceleración vertiginosa ante Azpilicueta y lo cedió para que Dembélé fusilara.
El 2- 0 a los 20 minutos no desanimó a un Chelsea que era consciente de que un gol le situaba a un tanto del milagro. Los de Conte le complicaron mucho la vida al Barcelona y entre un Willian diabólico, que tanto aparecía por un lado como por el otro, y un Marcos Alonso incansable avisaron al Camp Nou de que todavía quedaba mucho.
Marcos Alonso disparó al poste de Ter Stegen una falta en el último minuto de la primera parte. Era el tercer gol que se les escapaba por centímetros a los blues en una eliminatoria a la que le quedaban 45 minutos apasionantes.
El Chelsea salió sin cadena en la segunda parte. Se lo jugó todo al gol que le metía en el partido a costa de descuidar su portería a riesgo de un tercer tanto culé. En este estado de cosas, Willian y Giroud, que vio una amarilla por protestar un supuesto penalti sobre Marcos, amenazaron a Ter Stegen, mientras que Suárez a punto estuvo de aprovechar un error de Courtois.
Entró Paulinho por Iniesta para frenar la avalancha. La situación se complicó cinco minutos después cuando Busquets pidió el cambio y entró André Gomes. Fue ovacionado por una grada sensibilizada en pleno asedio inglés. Pero cuando parecía que tocaba sufrir, volvió a aparecer Messi para aprovechar una recuperación de Suárez y marcar el tercero ante un Courtois desesperado que no sabía cómo parar al 10 blaugrana, que sellaba de esta forma un partido brutal.