El Jaén ganó y la marea amarilla sigue de fiesta El Zaragoza, con un portero juvenil, manda a casa al Barcelona
Un batallador Cartagena sólo sucumbió al final Adrián, de 18 años, fue el héroe
Como se esperaba, el WiZink Center se tiñó de amarillo para vivir el debut de un Jaén Paraíso que hoy jugará por estar en la segunda final de su historia. Ganó a un Cartagena que también contó con un ruidoso apoyo en las gradas y cuyos jugadores completaron un gran partido. Sólo sucumbieron después de dos chispazos de calidad de los andaluces en la segunda mitad, donde se decidió todo.
En la primera, fue el Cartagena el que salió mejor y tuvo las oportunidades más claras. Pero el no concretarlas hizo posible que el Jaén fuera poco a poco metiéndose en el partido y adelantarse por medio de Alan Brandi. Sin embargo, una volea de Jesús puso el empate en el marcador e hizo justicia con lo que se estaba viviendo.
Fue en los segundos 20 minutos cuando el Jaén demostró su teórica superioridad. Dani Martín, en una jugada personal magnífica que ya oposita a mejor gol del torneo, hizo el 2-1. Mauricio, que además de poner orden atrás era un peligro constante, fue el autor del 1-3 rubricando el enorme partido del veterano jugador brasileño. Pero esa no fue la puntilla. Juanpi volvió a meter en el partido al Cartagena, que se lanzó a por el empate con portero-jugador.
Euforia. Fueron minutos de agonía de los andaluces, hasta que Chino a puerta vacía, primero tras un rechace y luego tras un robo de Mauricio, aprovechó en dos ocasiones los riesgos de su rival para anotar dos goles que esta vez sí finiquitaban el triunfo. Tantos que hizo estallar la alegría entre los miles de jiennenses presentes y desató una fiesta que hoy tendrá su continuación en las semifinales, y que el Jaén sueña que dure hasta la final.
Se decía que era el cruce más desigual, pero el Ríos Renovables Zaragoza dio la gran campanada eliminando al Barça después de hacer un partido épico donde tuvo un héroe inesperado: el portero Adrián Pereira. A sus 18 años, debido a la lesión de los metas de la primera plantilla, tuvo que defender la portería aragonesa y no sólo fue un muro durante los 40 minutos, sino que detuvo el lanzamiento definitivo de la tanda de penaltis a Mario Rivillos.
Desde el primer minuto se convirtió en protagonista aguantando a su equipo ante las embestidas del Barça. Lo sacó todo, mientras sus compañeros, para más épica, lograban ponerse por delante.
El Barça empató por medio de Ferrao (el mejor azulgrana), ya en la segunda mitad, pero después de tener múltiples ocasiones que, o era Adrián, o eran los postes (hasta cinco) los que las repelían. “Es de esos partidos que la pelota no quiere entrar. Es un resultado injustísimo, hemos tenido más de 30 ocasiones. Eso sí, hay que felicitar a Adrián”, analizó luego Andreu Plaza, técnico azulgrana, consciente de que el joven portero fue el gran culpable de que el partido se fuese a la tanda de penaltis. Allí culminó su historia de película (jugaba ante su ídolo Sedano, lleva por él el dorsal 28) parando el penalti decisivo a Rivillos (muy silbado) y convirtiéndose en héroe: “Sabía que mis compañeros confiaban en mí y he logrado responderles”.