El Barça castiga los errores del fútbol

Resulta curioso ver cómo, incluso al más alto nivel, las jugadas decisivas son consecuencia de fallos de concepto flagrantes. No hay temporada en la que varios partidos decisivos se resuelvan por este motivo.

Porque sí, decidió la calidad del Barcelona ante el Sevilla pero cada gol estuvo precedido de un fallo garrafal de los andaluces. Su partido fue desastroso y el marcador así lo indica.

No saber defender el saque del portero, ir al suelo sin contundencia, recular sin coordinación y no ser capaces de mantener la línea ante los pases interiores fueron respectivamente las causas raíz de los cuatro primeros goles blaugranas. Un fallo tras otro que acabaron con el balón en la red.

Una exhibición de cómo la clase castiga los errores. Ese es el fútbol de hoy pero también el de toda la vida. Los errores, en mayor o menor medida, van a producirse y la diferencia la hace el saber aprovecharlos o no. Y el Barcelona los aprovecha como nadie.

Y un último apunte para hablar de Andrés Iniesta. Gracias otra vez por lo que nos has dado. El destino, a veces tan caprichoso, te tenía reservado este merecido homenaje. Ha sido un placer.

Alberto Rodríguez Ferreras

Burgos