McCourt quiere devolver el prestigio al gran Marsella
El magnate americano es el dueño
L os 20 años de reinado de la familia Louis-Dreyfus dejaron sinsabor tras sinsabor en la efervescente hinchada del Olympique. Lejos quedaban los tiempos del controvertido Tapie, de aquel legendario equipo campeón de Europa en 1993 que plantó cara al todopoderoso Milán. El gol de Boli era un recuerdo ya muy borrroso, demasiado para una afición que en dos décadas apenas se había llevado a la boca una liga y tres copas. Pero en octubre de 2016 se hizo efectiva la compra del club por parte del Frank McCourt. El magnate norteamericano (14-08-1953, Boston),
sellaba el acuerdo con Margarita Louis-Dreyfus por cerca de 45 millones de euros. McCourt confió la presidencia a Jacques-Henri Eyraud e hizo otras dos apuestas: Andoni Zubizarreta como director deportivo y Rudi García como entrenador. Coherencia deportiva y económica a un proyecto que antes se guiaba por bandazos arriesgados y un gasto en plantilla enorme para un rendimiento pobre. Pero en el Vélodrome ya se notan los tiempos de cambio. Hay que equilibrar muchos años de desajustes para enjugar la ventaja estratégica de PSG, Mónaco e incluso Lyon,
pero se ha alcanzado una velocidad de crucero. McCourt es un exitoso hombre de negocios inmobiliarios que ya fue propietario de Los Angeles Dodgers. El OM está peleando en la Ligue 1 con Lyon y Mónaco por la segunda posición. El pasado verano Zubizarreta compró por valor de 62 millones, pero para el próximo se espera en Marsella una inversión incluso mayor. Pero sobre todo, mantener a los que están siendo sus pilares. Thauvin, Payet, López, Sanson, Ocampos… Ni que decir tiene que la hinchada marsellesa confía en que el dinero norteamericano surta el mismo efecto en la Costa Azul como, por ejemplo, en Liverpool. En Marsella están cansados de promesas y quieren hacer valer el lema de su escudo: ‘Droit au but’. Directos al objetivo, al gol, al grano…