Victoria al límite de Alonso con Toyota
Fernando volvió a subir a lo más alto del podio cinco años después. Lo hizo junto a Buemi y Nakajima con 1.444 segundos de ventaja en la meta sobre el otro TS050 Hybrid de Conway, Kobayashi y López
Regresaba Alonso de charlar con sus ingenieros después de su primer relevo. Entró en un tenso box repleto de mecánicos haciendo viajes impacientes de ida y vuelta y saludó: “¿Qué pasa?”. Sin la más mínima señal de nerviosismo, el novato de las 6 Horas de Spa sonreía mientras su Toyota lideraba con amplio margen la carrera. Quizás entonces ya suponía que iba a volver a lo más alto de un podio. Quizás cambió el gesto cuando debió jugarse la victoria al límite frente a su compañero y primer rival, Mike Conway.
Nadie iba a regalarle un metro por ser bicampeón del mundo, así que las seis horas se condensaron en una que fue agónica para sus intereses cuando los 50 segundos de ventaja que tenía se evaporaron en un coche de seguridad. Alonso tuvo ante sí un curso intensivo de Resistencia, se lo trabajó y lo aprobó con sobresaliente. El TS050 Hybrid número ocho de Fernando, Buemi y Nakajima conquistó la cita belga con 1.444 segundos sobre el número siete (Conway, Kobayashi y López). El asturiano volvió a sonreír. Lejos de la Fórmula 1. Cerró el podio el Rebellion de Jani, Bruno Senna y Lotterer.
El comienzo estuvo marcado por dos coches de seguridad, el primero por avería de un SMP Racing y el segundo tras otro choque brutal en Eau Rouge
del británico Tincknell (Ford).
Fue entonces, en la vuelta 34 de carrera, cuando Alonso hizo su primera aparición sustituyendo a Buemi. Kilómetros con los neumáticos desgastados, era la estrategia de su equipo, que permitieron que el Toyota siete se desdoblara y continuara con su remontada. Fue meritoria la carrera de Conway, Kobayashi y Pechito: partían últimos y con vuelta perdida y en tres horas de carrera ya eran segundos.
Ese relevo de Fernando fue sólido, aumentando la ventaja con gomas nuevas y sin errar en un solo doblaje. Tras el asturiano se subió al coche Nakajima y empezaron los problemas, primero el japonés tuvo que regresar a boxes al tener mal abrochado el cinturón y después sufrió un trompo. Toyota decidió que el último doble stint
sería para Alonso: quieren que coja experiencia. La clave del desenlace estuvo a una hora del final. Fuerte accidente de Isaakyan (SMP Racing) y nuevo coche de seguridad: adiós al minuto de ventaja que tenía el primer Toyota sobre el segundo. Alonso contra Conway, doblado a doblado. Empezaron separados por 10 segundos y el fino piloto británico se quedó a menos de medio cuando le mandaron repostar, una vuelta antes que a Fernando. Del garaje salieron de nuevo a 10 segundos que otra vez se diluyeron cuando castigaron los doblados.
Pero el arreón de Conway se enfrió y Toyota necesita puntos, quizás no convenía una lucha entre sus prototipos. El asturiano ya había demostrado que no iba a ceder un metro y vio antes que nadie los fuegos artificiales de la recta de meta. Regreso a un lugar que le corresponde. La primera piedra para llegar a las 24 Horas de Le Mans pensando en hacer historia.
Emoción A falta de una hora Fernando y Conway lucharon por
la victoria