“De Kiev nos volvemos con la Decimotercera”
Buen ambiente en la Champions Festival, inaugurada ayer en Kiev
La primera oleada de hinchas de Real Madrid y Liverpool baña desde ayer las calles de Kiev. Aunque el grueso de los 30.000 aficionados de ambos clubes aterrizará hoy en los aeropuertos de Boryspil y Zhuliany, la presencia de los trofeos en el Champions Festival fue el pistoletazo oficial de la final. Los depositaron Vitaly Klitschko, alcalde de Kiev y excampeón mundial de los pesos pesados, Cafú y la futbolista Iya Andrushchak, en nombre de la UEFA. La leyenda brasileña apostó por un 2-2… pero no quiso decir quién ganaría en la prórroga o los penaltis.
Sí que se mojó Hernán, un madridista ecuatoriano que lleva cinco años en Kiev. Ha convertido al madridismo a su novia kievita, Irina. “Será un 2-0 y Cristiano marcará, seguro”, nos dice. Más pintoresca es la historia de una pareja de Alicante. Llevan tres semanas en la ciudad porque el parto de su primer hijo les pilló en Ucrania y el papá ha vislumbrado una señal: “¡De Kiev nos volvemos con un niño y con la Decimotercera!”.
La ruidosa hinchada roja es la que más se hace notar. En la enorme Champions inflable junto a la Catedral de Santa Sofía, se oye el acento scouser. “¿Sois españoles?”, preguntan. Señalan un hueco en la pancarta que portan y en la que ya están grabadas las cinco Copas de Europa de su Liverpool. “Este espacio lo reservamos para la de Kiev”. Y se van cantándole a Salah. Pero hay buen rollo. Madridistas y reds conviven, se hacen selfies juntos. Hacen partícipes también a invitados no esperados, como un ucranio vestido del Barcelona con la camiseta de Messi y unos hinchas del Bayern que compraron el viaje hace meses pensando en verse en la final… Separados. El color blanco y el rojo se esparcían ayer por Kiev, pero se concentrarán desde mañana en dos puntos concretos. La fan zone del Madrid estará en Palatsi Ukraine y la del Liverpool, en el Parque Taras Shevchenko. A 2,5 km de distancia en línea recta, pero la policía nacional ucrania les ha diseñado trayectos distintos rumbo al estadio para que no se crucen. Para que el buen rollo siga imperando en Kiev.