Conan Exiles: sobrevivir en plena Era Hyboria
Aventura de mundo abierto con toques de espada y fantasía
Desde que en 1932 Robert E. Howard creara el personaje de Conan el Bárbaro, cómics y películas han conseguido convertir al cimmerio en el icono por excelencia del género de espada y fantasía.
Sus incursiones en el mundo del videojuego se han saldado con desigual fortuna y en su mayoría han estado más centradas en la acción que en la aventura.
Un mundo por explorar.
Conan Exiles propone al jugador el reto de sobrevivir a los mismos peligros a los que se enfrenta el guerrero: bestias salvajes, entornos hostiles, enemigos despiadados, brujos, criaturas monstruosas...
Pero va más allá de los combates y ofrece un montón de
posibilidades en la creación de armas, armaduras y edificios. Siguiendo el esquema típico del rol, el personaje irá adquiriendo habilidades que le permitirán fabricar artefactos más complejos y letales con los que ir haciendo frente a las numerosos peligros que se encuentra en su camino. Es posible incluso levantar un pequeño imperio poco a poco, bien en solitario, bien en juego cooperativo, donde la experiencia resulta más gratificante.
Con una curva de aprendizaje equilibrada, Conan Exiles se muestra como un juego de mundo abierto que puede tener tanta vida como desee el usuario. Sus opciones son tan numerosas que dominarlas exigirá muchas horas. Combates. El juego se suma a la moda de luchas más tácticas, que postulan títulos como Dark Souls o God of War, frente al machacabotones tradicional. Los enemigos controlados por la IA son bastante predecibles, cosa que no ocurre cuando las luchas son contra otros jugadores humanos y es aquí donde más luce el juego.