Dani y HRC necesitan el cambio

No tengo claro si Dani Pedrosa se marcha de Honda o si le echan. Quizá sea una ruptura de mutuo acuerdo, como han explicado en el comunicado, en realidad los detalles son poco importantes. Lo esencial es que ambas partes necesitan este cambio, demasiado ha durado una relación en la que ha faltado el ingrediente esencial en la competición: el éxito. El catalán llegó a la categoría reina como campeón de 125cc y bicampeón de 250cc, evidentemente con la intención de continuar engrosando su palmarés con títulos de MotoGP.

En doce años, trece si contamos la actual temporada, no ha sido capaz, poco más se puede decir. De hecho, creo que Pedrosa debería haber dado otro rumbo a su carrera deportiva incluso antes, a la temporada siguiente de que Marc Márquez llegara a su equipo pasándole por encima. No lo hizo y el resultado ahí está: cuatro coronas de uno frente a ninguna del otro.

Se antoja improbable que Pedrosa hubiera doblegado a su compañero actual de box de no haberlo sido, subido al manillar de otra moto. Pero al menos habría tenido un revulsivo contra el estancamiento definitivo que sufrió su trayectoria, quizá ya sea demasiado tarde. Es el mantra tan de moda de salir de la zona de confort, asumir que para evolucionar hay que afrontar el riesgo de los cambios, el vértigo de la incertidumbre, el no tener el control absoluto. Para Honda, y para Márquez, se trataba de un segundo piloto ideal… hasta la llegada de Alberto Puig al equipo del ala dorada. Estoy seguro de que el viejo enfrentamiento personal con quien durante tantos años fue su pupilo no tiene nada que ver con el desenlace de esta separación de caminos, sólo que el team manager del Repsol Honda piensa que su proyecto necesita de un piloto con más proyección que Pedrosa, jugárselo todo a la carta de su gran campeón es tan fácil como peligroso.