Reyes: “Este equipo no se viene abajo nunca”
El Madrid ofreció el título de Liga en el Ayuntamiento y la Comunidad
N os destrozáis las agendas, pero las modificamos felices, nos encanta hacerlo por vosotros, un equipo extraordinario del que estamos orgullosos”, así recibió Manuela Carmena, en la sede del Ayuntamiento, al Real Madrid campeón de Liga. Habían pasado treinta días exactos desde su anterior visita, entonces por el triunfo en la Euroliga, la décima Copa de Europa. Solo faltó Doncic, a punto de coger un vuelo rumbo a Nueva York, al draft de la NBA.
A Carmena le respondió Felipe Reyes, que subió a dar su discurso jaleado por sus compañeros, que le dedicaban una canción. “Es la última visita de la temporada, pero esperamos seguir rompiendo agendas y fastidiaros un poquito más”, bromeaba el capitán. La alcaldesa desveló que prepara un museo en la Plaza de la Villa con los trofeos y volvió a triunfar con su regalo a los jugadores, las ya famosas medallas de chocolate a los campeones que estos recibieron con gritos de júbilo. Antes había intervenido el nuevo delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez, que estrenaba cargo mientras se confesaba “amante del baloncesto y madridista”.
La visita a las instituciones comenzó en el Ayuntamiento de la capital a las dos de la tarde y continuó en la sede de la Comunidad de Madrid con Ángel Garrido, el nuevo presidente de la CAM, de anfitrión. Los jugadores salieron al balcón para dirigirse a un centenar de aficionados en Sol. “Sin vosotros esto no sería posible”, dijo Llull, que reclamó la presencia de Rudy, pero este no salía, pese a los gritos insistentes de “MVP, MVP...”. Estaba en plena entrevista y no se percató. Reaccionó a la carrera: “Os merecéis estos dos títulos y muchos más de los que vendrán”. El cierre lo puso Reyes, en la línea del alero: “El año que viene nos vemos otra vez. ¡Hala Madrid!”.
El capitán explicaba luego a los medios las claves del éxito: “Hemos demostrado que sabemos sobreponernos a la adversidad y en la final lo hemos hecho otra vez. Este equipo no se viene abajo nunca, somos muy fuertes mentalmente y gracias al buen ambiente que hay en el vestuario se consigue salir de todas estas situaciones que para otros hubieran sido terminales. Los logros colectivos son los que te ponen en el mapa”.
Rudy ahondó en el espíritu de superación: “Nunca pusimos excusas y siempre creímos en nuestro trabajo. Mi premio de MVP es más colectivo que individual, porque es el equipo el que ha dado un paso al frente”. Y volvió a pintar su futuro de blanco: “Mi prioridad era quedarme en el Madrid, por los aficionados, por el grupo que hemos formado y por el club. Me siento bastante madridista, mi hijo lo es”.
La plantilla se acordó de Doncic, que se había despedido previamente antes de volar a la NBA. “Le vamos a echar mucho de menos. Fuera de la cancha es un fenómeno”, decía Llull. “El alma del vestuario”, añadía Tavares. Y Thompkins le auguraba un excelso porvenir: “Hacedme caso, es un chico especial. Ya veréis lo que viene ahora”.
Rudy, MVP “Mi prioridad
era quedarme, me siento madridista, mi hijo lo es”
Sergio Llull “Echaremos de menos a Doncic. Fuera de la pista es un fenómeno”