El farol de Cristiano, la liberación del club
Ni por la redacción ni por el contenido. No me creo que Cristiano Ronaldo fuera el autor del comunicado de despedida. El del Real Madrid directamente suena a liberación.
Cristiano se marcha víctima de un farol que él engalanó de órdago y que se le acabó yendo de las manos porque no surtió el efecto pretendido de someter al madridismo a su antojo. Ha sido víctima de sí mismo, de su delirante y descontrolado yo, alimentado por un entorno voraz que tiene en él su forma de vida y que, lícitamente, se frota las manos con el pellizco que les pueda corresponder.
Se va Cristiano porque no soporta estar por detrás en sueldo y reconocimiento y porque se ha dado de bruces con el orgullo presidencial, hastiado de tanto capricho y endiosamiento.
La elección de la Juventus es sencilla. Un club que asegura el campeonato doméstico, incremento en los honorarios y que le permite batirse en duelo con Messi por la Champions, el único con el privilegio de poder aporrear silencionsamente el ego del portugués.
Que a nadie le sorprenda que el próximo año se hable de otro proyecto en China o Estados Unidos. Sea como sea, gracias por los servicios prestados. ¡Hala Madrid! Y que te vaya según merezcas, Cristiano.
Raúl Gómez
Salamanca