“Estamos orgullosos, mi padre era un genio”

Gelete y Pablo, los hijos mayores del ‘Maestro,’ repasan en el primer aniversario de su pérdida cómo continúan sus vidas sin él. “Si hay algo positivo es que los dos estamos todavía más unidos”, confiesan

Se cumple el primer aniversario de la pérdida del piloto español más grande de todos los tiempos, Ángel Nieto, y sus hijos mayores, Gelete y Pablo, repasan con

As cómo continúa la vida sin él.

—¿Cómo es la vida de los hermanos Nieto un año después de que nos dejara el ‘Maestro’? —Gelete: Al inicio, esperas encontrártelo siempre con su motito por el paddock o entre camiones con la sonrisa que siempre le acompañaba. Fue duro, sobre todo en el primer gran premio al que regresamos sin él. Nos dimos cuenta de que nuestro padre había calado hondo y fue duro el reencuentro con amigos suyos y compañeros. Pero yo, como hijo mayor, me siento muy orgulloso de todo lo que consiguió y ya lo veo de otra manera. Todos los días me despierto y le saludo: ‘Buenos días, papi’. Y cuando me acuesto, me despido. Me acuerdo permanentemente de él, pero ya con orgullo de haber sido su hijo, porque él se lo curró mucho, como deportista y persona. Tanto a Pablo como a Hugo como a mí, nos ha enseñado unos valores de humanidad, de ser buena gente y trabajadores que estará orgulloso de ver cómo los tenemos presentes. Ya vivo todo lo sucedido de otra manera, más tranquilo, menos triste.

—Me sorprende lo bien que lo ha llevado y lo que ha madurado. ¿Cómo lo ha hecho?

—G: Somos mayores. Tengo 41 años, muy bien llevados y muy disfrutados también.

—En eso también es un digno hijo de Ángel Nieto.

—G: Me lo he pasado muy bien y a eso también nos enseñó mi padre. Volviendo a la pregunta, te cambia el chip cuando estás en tu casa en Madrid jugando con tu hija y te llaman diciendo que tu padre ha tenido un accidente. Les dije que viajaba al día siguiente a Ibiza y me dijeron que lo hiciera cuanto antes. Ahí me di cuenta, e intentas aportar todo lo positivo, tus contactos y tus amigos para que te ayuden. También me di cuenta a la hora de hablar con la Prensa en momentos tan difíciles, cuando me dieron las gracias por actuar con ellos con un respeto enorme. Yo también les di las gracias porque también ellos se portaron con respeto hacia nosotros. Supongo que mi padre me estará dando fuerzas desde ahí arriba. Yo estoy actuando como soy, pero sí es cierto que un palo tan gordo en la vida te hace madurar. Seguimos siendo los mismos y nuestro padre nos empuja desde el cielo para seguir viviendo, seguir disfrutando y seguir dando gas.

—¿Cómo es la vida de Pablo Nieto un año después?

—Pablo: Muy parecida a la de Gelete. Si hay una cosa positiva de esto es que mi hermano y yo estemos todavía más unidos. Lo más importante de todo es que sigamos así, súper unidos y disfrutando de la vida como nos enseñó mi padre, con los pies en el suelo, como también él nos enseñó.

—¿Gelete ha ejercido más de hermano mayor que nunca con usted y con Hugo, el pequeño de los tres?

—P: A Hugo le hemos intentado ayudar entre los dos, pero estoy encantado de que Gelete haya cogido el rol de hermano mayor. Era importante que alguien lo hiciera, pero yo también estoy para lo que necesite como él conmigo.

—G: Nos ayudamos todos. Hugo es muy pequeñito y lo que quería mi padre es que Pablo y yo nos volcáramos con él, y es lo que estamos intentando hacer. Hugo es un tipo fabuloso que está muy centrado en el tenis.

—P: Intentamos estar todos juntos.

—G: Además, Hugo también nos aporta cosas, porque es pequeño, pero tiene la cabeza amueblada, como solía decir mi padre, y hacemos piña. Eso es fundamental.

—Vuestro padre era muy querido, pero las muestras de cariño que hubo tras su muerte fueron impresionantes. ¿Con qué se quedan?

—P: Con todo. Desde el minuto uno, empezando por familiares, amigos y hasta la persona que vino en moto desde Galicia

El principio fue muy duro, sobre todo el primer gran premio al que regresamos sin que estuviera él”

Queremos devolver a la gente el favor que nos hicieron, viniendo de todas partes a despedirle”

Se nos fue muy pronto. Tenía una vitalidad brutal. Y se fue como un auténtico héroe”

para el homenaje. Cuando pasa eso te das cuenta realmente de que mi padre era un genio. Yo tengo 38 años y jamás había visto una cosa así en mi vida por nadie. Es algo de lo que tenemos que estar muy orgullosos. Tenemos que estar muy orgullosos de ser hijos de Ángel Nieto. Es espectacular. Se nos llena la boca a los tres de decir que somos hijos de Ángel Nieto. —¿Qué buscan reabriendo las diligencias del accidente?

—G: Esclarecer lo que pasó. Nuestro abogado nos enseñó el atestado del accidente y nos aconsejó como profesional que en ese atestado faltan muchas cosas por aclarar y hay ciertas cosas que no compartimos, porque no han declarado los testigos del accidente.

—P: Y sobre todo, no vamos a aceptar en ningún caso, que se diga que nuestro padre falleció en un porcentaje por culpa suya, por no haber llevado el casco o llevarlo mal abrochado, cuando no se ha demostrado.

—Es la víctima en todo caso.

—P: Sí, pero sobre todo queremos dejar claro que no queremos ir en contra de la conductora, que la pobre ya tiene mucho con lo que ha pasado. Queremos saber qué pasó realmente y que se demuestre. —¿Cómo se van a apañar para no perder ese empuje y esa energía que les ha dado este año ser hijos de Nieto?

—P: Es fácil.

—G: Hemos creado la Fundación Ángel Nieto, que nos da alas. Hace poco me pidieron que dijera en una entrevista

tres cosas de mi padre y son: un padre, un amigo y un genio. Antes le veías como una persona conocida y que había hecho las cosas bien en su deporte, pero ahora le veo como un genio. No era fácil seguir arrastrando gente, con la edad que tenía, de su generación y de la de ahora. Lo difícil es ser querido durante tanto tiempo y la fundación nos va a dar ese empujón de continuar con su legado e intentar ayudar a la gente. Queremos devolverle a la gente ese gran favor que nos hicieron, viniendo desde cualquier punto de España para despedirle. Tenemos proyectos muy ambiciosos porque nos gusta ponernos el listón muy alto. —¿Puede poner algún ejemplo?

—G: La sede donde queremos que esté la fundación es un edificio muy bonito, con muchos metros y que costará un dinero, pero que podemos conseguir. Cerrar acuerdos con el Circuito de Jerez Ángel Nieto y con empresas con las que

colaboró mi padre toda la vida, como Repsol, Telefónica, Mapfre… Hay mucho trabajo por delante y mucho por devolver. —¿En qué fase está el nuevo museo?

—P: Tenemos la suerte de que el Ayuntamiento de Madrid se ha puesto en contacto con nosotros desde el principio, porque quiere ayudar y quiere que se reabra en Vallecas. Estamos mirando la forma de cerrar este proyecto que para nosotros sería precioso. Aún no hay fecha prevista, porque lo primero es que la fundación esté activa al cien por cien. Una vez se haga ya podremos cerrar el acuerdo con el Ayuntamiento. —¿Se ponen carreras de él, entrevistas o reportajes?

—P: El otro día le di un archivo a Gelete con imágenes del homenaje y demás y aún no lo he conseguido ver entero. Todavía cuando veo imágenes de él me rompo. Más que las imágenes, lo que más me sigue afectando es oír su voz y no sé por qué.

—G: Yo tengo ganas de ver todas esas imágenes, lo que se vivió ese día del homenaje, y ahora creo que estoy preparado. Sé que voy a llorar, seguro, pero de manera diferente a hace un año. Me apetece verlo, aunque me emocione. Voy a llorar con pasión y felicidad. Mi padre se nos fue demasiado pronto. Tenía una vitalidad brutal. Y se ha ido como un auténtico héroe. —Mil gracias. Ya saben lo que significa para el As y para mí la figura de su padre.

—G: Lo sabemos. Gracias.

—P: Un placer. Muchas gracias.