Llamedo y Vázquez se coronan en el Sella
Ganaron en uno de los finales más emocionantes de los último años
Sin Bouzán y Fiuza en el río, la incertidumbre rodeaba el Descenso del Sella, en su 82ª edición. Pocos se atrevían a citar favoritos, el abanico era amplio. Las sospechas de que sería una competición igualada se tradujeron en un final de infarto, en el que hasta cuatro embarcaciones optaron al triunfo en la recta de meta. Emilio Llamedo y
Pedro Vázquez evitaron el porteo y mostraron músculo en el sprint. Un rush final que les sirvió para imponerse a Julio Martínez y Rubén González, que sí habían optado por el porteo, por media piragua. El trono de Bouzán y Fiuza ya tiene ocupantes.
La prueba presentó emoción desde el inicio. En la salida, Becerro y Fernández Castañón, que salían en la pole tras ser los más rápidos en la contrarreloj del jueves, se encasquillaron con el cepo, cediendo la cabeza de la carrera, en manos de Llamedo y Vázquez. El paso por La Remolina terminó de relegar al segundo plano a Becerro y Castañón.
La carrera dejó desde el primer tercio a cuatro embarcaciones en cabeza: Llamedo y Vázquez, Martínez y González, los sudafricanos McGregor y Birkett (que aspiraban al primer triunfo foráneo desde 1997) y Amado y Llorens. Con distancia suficiente sobre el cuarteto que les seguía, la victoria quedaba entre los de cabeza. Por eso, la carrera fue más táctica de lo esperado. A pesar del elevado caudal del río, el récord del Descenso quedaba descartado.
Las cuatro embarcaciones se alternaron en la cabeza hasta encarar la Isla de la Boticaria, capítulo decisivo como siempre. En esta zona, a unos 500 metros de meta, se permite el porteo; es decir, cruzar la isla al trote, piragua en mano. Solo Martínez y González optaron por echar pie a tierra, mientras que la pareja sudafricana tiraba del trío que siguió remando.
Encarando el puente de meta, Llamedo y Vázquez dieron el hachazo. Los sudafricanos no pudieron seguir su ritmo, al igual que Amado y Llorens. Martínez y González, que habían salido en buena posición del porteo, se vieron perjudicados por la corriente. La última palada le dio la victoria a Llamedo y Vázquez, los nuevos reyes en el Sella.
El final del K-1 fue incluso más emocionante. Borja Estomba y Guillermo Fidalgo entraron en la línea de meta al mismo tiempo. Tras dar como ganador inicialmente a Estomba, los jueces decidieron finalmente que compartieran el primer puesto del podio, sucediendo a Alberto Plaza.
Favoritos La ausencia de los campeones Bauzán y Fiuza abrió las opciones
Decisivo Los ganadores evitaron el porteo y apretaron en el sprint