Tiger recupera la ilusión y Rham tendrá que esperar
Woods peleó por la victoria y el español se quedo cortó
A las afueras de la cosmopolita ciudad de San Luis, entre los ríos Misisipi y Misuri, en la puerta por la que los colonos estadounidenses se expandieron hacia el Oeste, el ídolo Tiger Woods recuperó la ilusión. El ganador de 14 majors, solo cuatro menos que el gran Jack Nicklaus, luchó hasta el final por la victoria en el PGA Championship con su compatriota Brooks Koepka, campeón del US Open 2018, y el australiano Adam Scott, una vez vencedor del Masters. Al cierre de esta edición, el Tigre (-13), completamente resucitado tras un calvario de lesiones, cuatro operaciones de espalda, problemas personales y mala mezcla de medicamentos, iba a tres golpes del líder, Koepka.
Woods emocionó al público con momentos de golf memorables en la última vuelta de un torneo que había ganado cuatro veces, la última en 2007. En los nueve primeros hoyos firmó un -3 sin tocar la calle ni una sola vez. Se recuperó con una habilidad que solo está al alcance de los genios como él. Siete birdies, uno de ellos en el hoyo 15 tras una aproximación sublime, le colocaron en posición de volver a ganar un grande diez años después de apuntarse el último en el US Open de 2008. Y aún pudo ser mejor su actuación de no haber sido por un par de putts para restar que no le entraron por verdadera mala suerte.
La jornada prometía ser memorable con todos los gallos del corral optando al triunfo, entre ellos Jon Rahm, en busca de su primer major, un objetivo que tendrá que esperar al próximo curso. El español, muy seguro durante todo el torneo, solo falló una vez con un bogey en el 4, pero se quedó corto y le faltó chispa para completar un recorrido que le ofreciera la posibilidad de estrenarse. Con -11, marchaba a cinco golpes de la cabeza en su partido con Rickie Fowler, el eterno segundón. Justin Thomas, vigente campeón, estuvo cerca de volver a recoger la copa Wanamaker, pero falló en la última parte. Y el número uno del mundo, Dustin Johnson, completó un mal fin de semana y acabó muy lejos (-6).
Brilló Cabrera. Rafa Cabrera Bello, madrugador, alcanzó casa club con una vuelta extraordinaria de 64 golpes para -9, como la del inglés Tyrrel Hatton. Se fue con un buen sabor de boca, como Adrián Otaegui, que se estrenaba en un major y acabó contento peseo a su +1.
Habilidad
El ‘Tigre’ cerró los 9 primeros hoyos con -3 sin tocar
la calle