“Este deporte no será lo mismo sin ti”
Sus excompañeros se despiden de él
Víctor Claver: “Se retira el mejor. Al que todos hemos admirado y al que todos queríamos imitar. Ha sido un orgullo compartir contigo la camiseta de la Selección y del Barça. El baloncesto no será lo mismo sin ti”.
Felipe Reyes: “Unas veces rivales, otras compañeros y para siempre amigos. Se va La Bomba, pero queda la leyenda. Y todo el baloncesto mundial lo sabe”.
Sergio Llull: “A partir de hoy el baloncesto es menos baloncesto. ¡Te echaremos de menos, Juanki!”.
Rudy Fernández. “Es difícil despedirse de un jugador que lo ha dado todo por su club y el baloncesto español de esta manera. Pero has sido, eres y serás una inspiración para cualquier jugador como lo fuiste para mí”. Sergio Rodríguez: “Has marcado un camino para todos los que veníamos detrás viéndote hacer cosas increíbles. Ha sido la leche compartir camiseta y enfrentarme a ti tantas veces”.
Ricky Rubio: “Hablando con mi fisio me comenta: ‘Yo me enganche al baloncesto por Navarro’. Y como él, muchos. Magia. Talento. Puro espectáculo. Muchas gracias por hacer que tantos nos engancháramos a esto”.
Jorge Garbajosa: “Es una persona clave en la historia del baloncesto. Sin duda, sin él no habría sido la misma. Encarna todos los valores positivos de nuestro deporte”.
Antonio Martín: “Deja las canchas una de las grandes leyendas de nuestro básquet. Navarro es un referente para toda una generación”.
Eso pasa hoy con Navarro: más allá de unas últimas temporadas de lesiones y problemas colectivos en un Barcelona de perfil muy bajo que ni siquiera ha gestionado bien su adiós. Incluso más allá de un currículum que es un tomo de la historia del baloncesto europeo. Lo que queda es la gratitud hacia un jugador único, imposible de explicar: anarquista magnético, anotador bohemio de rachas imposibles, asesino con aspecto de artista callejero. Ese es su legado, la magia con la que puso frente a la televisión a la España que no solía ver baloncesto. El pedazo de lo que somos que se nos marcha con él. Y las bombas, claro. Gracias y hasta siempre, genio.