“Fue difícil decir no al Barça pero me quedaba en casa”

‘Grizi’, en L’Equipe, con sus hermanos Lucas y Lemar

El Le Magazine de L’Equipe regresaba ayer a La Decisión de Griezmann. “A menudo se dice que al Barça no se le dice que no, pero yo hice lo contrario”. Son palabras del mismo Griezmann. Él ocupa su portada. Él y sus dos hermanos (así se titula: Grizi et ses frères):

Lucas y Lemar, que esta Francia campeona del mundo late

Atleti. Todos hablan a corazón abierto. De eso, La Decisión en

prime time, el fichaje de Lemar, el The Best.

“Es difícil decir que no a clubes como el Barça, pero, realmente estoy bien aquí. Es mi casa y quiero hacer algo grande”, añade Griezmann. Confiesa sentirse: “como la base o la pieza más importante del rompecabezas”. Un rompecabezas llamado Atleti.

“En el club hicieron lo posible para que me sintiera bien, incluso los esfuerzos por reclutar a jugadores importantes y formar un gran equipo”. Basta mirar a su izquierda para comprobarlo: ahí sonríe Lemar.

“Su presencia jugó un papel clave en mi decisión”, revela. Desoyó cantos de sirena de la Premier (“había ofertas”), eligió el Atleti. “Fui bien recibido aunque siempre es un poco difícil por el idioma”. Sus

frères le cortan para desvelar una anécdota de vestuario: “Nos paga por las traducciones. Por cada palabra que tengamos que traducir, recibimos una pequeña paga”. Lemar matiza: “Pagaré con una comida en casa”. El fichaje más caro de la historia del Atleti (70 millones) dice que no piensa en eso, esa cifra. “No me importa para nada, esos son números entre clubes. No tengo que ver con eso. Yo sólo tengo que hacer mi trabajo en el campo y todo irá bien”. El mapa se lo traza Griezmann, explicando su fichaje: “Necesitamos un buen último pase, era nuestro punto débil, él nos traerá eso”, aduce. “Es muy inteligente, lo entiende todo. Sabe cómo frenar o acelerar el juego cuando es necesario. Lo hace todo bien”, añade. De fondo podría haberse escuchado un amén.

La conversación se va al Balón de Oro después de que Griezmann confiese que su final quiere que sea en la MLS (como Vela, hermano) y que tuvo “tortícolis” antes de la final del

Mundial porque hizo “de todo” para evitar mirar la Copa. Lucas alza la voz. “Antoine no recibió ese premio porque perdió la final de la Champions y la Eurocopa. Este año nos lleva a ganar la Europa League, el Mundial. ¡Es el candidato número 1!”. Milán, aquella final, aún muerde en la cabeza de Grizi. “Duele demasiado. Ese penalti fallado... Cuando marqué mi penalti en la final del Mundial una parte de mí se autoculpó. No cambié mi técnica pero estaba más tranquilo”. “Fue al llegar a los Campos Elíseos cuando nos dimos cuenta de qué habíamos conseguido”, dice Lucas. Ses

frères asienten.

Lemar

“Nos dará el último

pase, ese era nuestro punto débil”