Inglaterra gana pero su plan B no convence
Un gol de Rashford le dio la victoria ante Suiza
Inglaterra consiguió imponerse a Suiza en Leicester gracias al gol de Rashford en los compases iniciales de la segunda mitad, pero, con un once plagado de suplentes, no consiguió convencer a Southgate de que existe una segunda unidad capaz de tirar la puerta abajo. El seleccionador inglés aprovechó que el partido era amistoso, y que no cuenta para la Liga de Naciones, e introdujo rotaciones en prácticamente todas las posiciones para dar oportunidades a los menos habituales. Así, entraron en el once nombres como Butland, Walker, y Alexander-Arnold, entre otros, que la temporada pasada tuvo la difícil misión de parar a Cristiano Ronaldo en la final de la Champions a sus 19 años.
El problema es que Suiza sí que se tomó el partido más en serio y a los siete minutos de juego Shaqiri ya había empotrado un balón contra el poste. Los nueve cambios habían sido demasiado para Inglaterra, sólo Rashford y Maguire mantuvieron el puesto con respecto a los que salieron contra España el pasado sábado, y el equipo no carburó en ningún momento de los primeros 45 minutos.
Dominados por los navajos, la primera parte se hizo de todo menos atractiva para el King Power Stadium, que sin embargo no dejó de animar a los suyos en ningún momento. Seguramente los visitantes merecieron mucho más, al menos un gol, pero la buena actuación de Butland mantuvo con vida a los suyos hasta el segundo acto. Nada más salir del túnel de vestuarios, apenas ocho minutos más tarde, un error de concentración de los suizos a la salida de un córner permitió a Rashford aparecer completamente solo en el segundo palo para marcar a placer el primer y único tanto del partido.
Southgate se dio cuenta entonces de que, para mantener el resultado y no cosechar otro resultado decepcionante en este parón de selecciones, debía hacer cambios. Por eso en diez minutos dio entrada a un titular en cada línea del campo, con Stones en la defensa, Lingard en la punta del centro del campo y Harry Kane, que ofreció su trofeo como máximo goleador del torneo en Rusia, en el frente de ataque. La mejora se hizo patente, los suizos llegaron cada vez con menos peligro gracias sobre todo a que Shaqiri ya no tenía gasolina para mucho más, e Inglaterra se aseguró la victoria en Leicester.