Morbo con Mariano tras su ‘espantá’ del Sevilla
Lo plantó cuando el Madrid ejerció el derecho de tanteo
Entre la indiferencia y algo de resquemor escondido. Es la sensación mezclada que existe en el sevillismo respecto a Mariano Díaz, al que no pocos veían vestido de blanquirrojo hasta horas antes de que decidiese cambiar Nervión por volver a Chamartín. José Castro, presidente del Sevilla, no perdió la esperanza hasta horas antes de que el Real Madrid hiciera efectivo su derecho de tanteo y anunciara la recompra al Olympique de Lyon. “El jugador nos ha dicho que quiere jugar en el Sevilla y todavía no nos ha contestado. Se puede intuir algo, pero no hay contestación de Mariano”, decía el mandatario de Utrera el día después de que José Ángel Sánchez, director general madridista, le comunicara que le iban a dejar sin el delantero estrella del proyecto que estaba montando Joaquín Caparrós, su director de fútbol.
En las palabras de Castro se resume esa resignación con un poso de dolor que existe en Nervión. Un sentimiento que se fue perdiendo pero que resucitará el desembarco del futbolista mañana en el Sánchez Pizjuán, estadio que ya pudo visitar como uno de los convocados por
Zidane en la temporada 16-17. Mariano no llegó a salir del banquillo y el Real Madrid sucumbió en un final de infarto decidido por un autogol de Sergio Ramos y otro del montenegrino
Jovetic.
El Sevilla lo tenía acordado todo con el Olympique de Lyon para el traspaso del delantero hispano-dominicano por unos 22 millones más objetivos... pero el Real Madrid se interpuso en el último momento.
Castro “El futbolista nos había dicho que quería jugar en el Sevilla”
Los blancos hicieron valer su derecho de tanteo para completar su ataque y aunque tardó en debutar, Mariano ya da la razón a sus valedores en el Santiago Bernabéu y también a aquellos que en pensaban en Nervión que estaban fichando un gran ariete por un precio relativamente ajustado. Su golazo al Roma en Champions a los pocos minutos de redebutar como blanco dio la vuelta a los resúmenes. El otro día, contra el Espanyol, gozó de algunos minutos más sin lograr esta vez perforar la meta de Diego López. Habrá que ver cuánto tiempo de juego le concede mañana Lopetegui sobre el tapete del Sánchez Pizjuán pero el morbo está servido. Sobre todo si marca algún gol...