Maialen vuelve a Río sin vértigos y sin dolores
Tras lograr el oro en 2016 padeció problemas físicos
Maialen Chourraut vuelve al canal olímpico de Deodoro, en Río, donde hace dos años se proclamó campeona olímpica de eslalon. Allí dejó también dos de las fotos de los Juegos. Su pareja y seleccionador, Xabi Etxaniz, lanzándose al agua para abrazarla. Y su hija, Ane, esperando a su ama en la orilla para felicitarla.
La palista retorna al lugar del ‘dulce crimen’. Con la idea de repetirlo. Viene de conseguir la plata en las finales de la Copa del Mundo de La Seu, en agosto. En casa, donde se entrena y donde será el Mundial 2019, clave para ir a Tokio 2020. Allí aspiraría a colgarse una tercera medalla tras el bronce de Londres 2012 y el oro de 2016. Maialen sólo fue superada en
La Seu por la alemana Ricarda Funk, líder del ranking. Segunda es la neozelandesa Jessica Fox y tercera, ella.
Pero el camino para la de Lasarte no ha sido fácil tras Río. Primero llegaron unos vértigos que le provocaron dificultades durante meses. Tuvo, incluso, que reeducarse en una piscina, metiendo su cuerpo bajo el agua con el kayak, porque había cogido miedo a volcar. Después, también sufrió fuertes dolores costales. “Padecía golpes de tos que llegaron a provocarle fisuras en las costillas”, cuenta Xabi Etxaniz. Pasó varios meses sin entrenarse. “Un invierno malísimo”, recuerda ella. En el Mundial de Pau del año pasado se quedó fuera de la final por siete centésimas. Y en el pasado Europeo, en Praga en junio, ya fue cuarta.
“De Río tengo un gran recuerdo, pero en la calificación me salté una puerta y estuve a punto de quedarme fuera. En el eslalon, no das dos paladas iguales”, recuerda Maialen, que hoy ya compite junto a Marta Martínez e Irati Goikoetxea en la prueba por equipos. En individual, el viernes se disputarán las semifinales y el sábado, la final. Nuria Vilarrubla y Samu Hernanz son otras opciones.