Gloria a la cápsula del tiempo

Una cápsula del tiempo. Atrás ha escondido el Leganés la gesta frente al

Barça. Otro miércoles de gloria, al pasado. Ahí donde no quiere Pellegrino quedarse a vivir. La tentación es jugosa. Suelen ser este tipo de triunfos históricos como narcóticos. Amodorran el espíritu. Sonrisas y echarse a dormir. Mal asunto. Error si quiera mirar de reojo al colchón. Primero, porque no existe. Los puntos escasean. El subidón fue espejismo en medio del desierto (de resultados, no de imagen) en el que se ahogaba el Lega. Ahora el gaznate anda fresco. Insuficiente. Tampoco sería bueno relajar la tensión por el efecto rebote. El poco blindaje que haya ganado la confianza del Lega amenaza con restallar si lo que suceda hoy en el Villamarín acaba en derrota. Subir para bajar más aún.

De ahí la doctrina del Flaco. “Muchachos, olviden el miércoles”, dijo a sus futbolistas. Lo confesó él mismo en sala de prensa. De lo que no habló fue del once. Ni de la convocatoria. Blindada de nuevo. Huele a revolución. Otra más de un equipo que reactivó su ADN histórico frente al Barça. Aquello de jugar “con mucha fe”, que dice su himno. Aferrados al sueño de ser de Primera. Guerra que no se gana en un día. Batalla pasada (caiga quien caiga) no mueve molino. Cuenta el futuro. El resto, a la cápsula del tiempo.