Un Sevilla en las alturas
Sarabia y Ben Yedder firman el liderato blanquirrojo
Gloria al Sevilla, en las alturas de LaLiga. Dos goles de Sarabia y Ben Yedder ante un Celta disminuido la última media hora por la expulsión de Araújo, pero digno y luchador y que apretó el partido con un golazo de Boufal, confirmaron su espectacular racha y el liderato. Cuatro victorias consecutivas, 14 goles incluidos, lo sitúan a la altura de los más ricos del campeonato en vísperas del parón y de un Barça-Sevilla que asoma espectacular el 20 de octubre. No fue la versión más exuberante del Sevilla, pero sí la de un equipo que finalmente se ha asentado en defensa después de las dudas que generó al inicio de curso y que por las bandas, con Navas en una segunda juventud y Arana en crecimiento; y por el centro, con Mudo Vázquez y Banega dirigiendo y Sarabia rompiendo líneas, ha encontrado una idiosincrasia propia. Esta vez, ni siquiera necesitó la mejor versión de André Silva, que eso sí, se encargó del trabajo sucio y provocó la expulsión de Araújo. Con la cabeza de Sarabia y el oportunismo de Ben Yedder se confirmó como uno de los mejores equipos del primer quinto de Liga.
La primera parte, competida centímetro a centímetro por los dos equipos, se volcó en una jugada en dos tiempos. El Mudo Vázquez arrancó imperial, como si montase un purasangre. Habilitó a Ben Yedder, que centró larguísimo. En lo que en balonmano se denomina con acierto contragolpe en segunda oleada, Sarabia irrumpió en el área y Navas lo divisó poniéndole un balón de dulce al madrileño. La asistencia número 69 en LaLiga de Navas (tercer mejor pasador en activo) significó el 1-0 para frustración del Celta, que se había acercado más al gol que el Sevilla, especialmente en un paradón de Vaclik a Pione Sisto y un remate a bocajarro de Cabral que se marchó a las nubes de manera insospechada.
El Celta empezó encendido la segunda parte. Tanto que en uno de los muchos balones parados que botó, Carriço y Araújo se calentaron. El mexicano se llevó una tarjeta amarilla y dos minutos después estaba en la calle por una entrada a destiempo a André Silva. El partido se le puso cuesta abajo al Sevilla, que además hizo pronto el 2-0. El Celta pasó minutos de desánimo y aunque luego se repuso con un gol espectacular de Boufal, ya había tirado a la basura un buen porcentaje de sus opciones en el partido. Gloria al Sevilla, que tiene dos semanas de fiesta en todos los sentidos.
Una clave La expulsión
de Araújo desniveló el partido en favor de los de Machín