Aspas no descansa y Garitano quiere acabar con el gafe
La Real desea brillar en la Copa
Para Iago Aspas no hay descanso. Después de endosarle un extraordinario hat-trick al Eibar el pasado sábado, el moañés volverá a ser la principal baza de Mohamed para ilusionarse con la Copa. En los últimos años, el Celta ha rozado la gloria, pero el techo de Berizzo estuvo en las semifinales. Hasta esa ronda también llegó el año pasado Garitano, convirtiendo al Leganés en el David de la última edición. Ahora, el reto del técnico es acabar con el gafe de la Real, que lleva varios años de varapalos coperos. Sin ir más lejos, hace un año cayó en primera ronda contra un Segunda B, el Lleida, y con remontada en Anoeta incluida.
La política de rotaciones, como ya es costumbre en la Copa, estará vigente. Los habituales suplentes tendrán la oportunidad de reivindicarse, aunque tanto Mohamed como Garitano han apostado por un once mezclado de titulares y suplentes. No habrá revolución, por tanto.
Vuelve Munuera. El morbo lo pondrá el colegiado del encuentro, Munuera Montero. Siempre que el jienense arbitra al Celta pasa algo raro. O algo polémico, mejor dicho. La última vez fue en Mestalla, hace casi un año, y entonces el club vigués solicitó al Comité Técnico de Árbitros que no volvieran a designar a este colegiado en sus encuentros. Y así fue. Hasta hoy. El colegiado andaluz estará en el foco y la menor decisión rigurosa puede generar controversia. No estará Mallo, al que se le abrió expediente por unas declaraciones suyas contra Munuera, pero sí Aspas, que también fue expedientado y es de sangre caliente. Lo mejor, que pase desapercibido.