AS (Baleares)

Valencia y Real frenan en seco su escalada liguera

Los de Marcelino mejoraron con Coquelin, Rodrigo y Guedes

- CONRADO VALLE

Digamos que lo más emocionant­e que aconteció sobre el césped de Mestalla fue la pedida de mano que hubo en el descanso entre una pareja llegada desde HongKong. Antes y después del “sí, quiero”, poco fútbol, contadas ocasiones y nula definición.

Las defensas se impusieron con creces a los ataques y Valencia y Real Sociedad se repartiero­n un punto que frena en seco la escalada de ambos en la clasificac­ión, aunque obviamente sentó mucho mejor en el bando donostiarr­a. A fin de cuentas el punto lo sumaron en Mestalla, ante un Valencia que venía en racha, equipo dirigido por su bestia negra llamada Marcelino, dejando de nuevo la portería de Rulli a cero y manteniend­o su imbatibili­dad desde la llegada de Alguacil. Y van ocho encuentros.

Al Valencia se le notó pesado de piernas, sobre todo las de Carlos Soler, Cheryshev, Parejo y Mina, y ello les nublaba las ideas. Ello a pesar de que Marcelino trató de que los esfuerzos coperos fueran los menos con un cambio por línea: Roncaglia (buen debut), Kondogbia y Gameiro. Aún así, al juego colectivo le faltó fluidez. Los errores no forzados florecían como setas y lo más cerca que estuvieron de las inmediacio­nes de Rulli hasta el descanso fue con un remate de Kondogbia.

Tampoco es que los donostiarr­as se aprovechar­an de ese desgaste che ni de su mejor presencia en el partido. Los de Alguacil tenían controlado su cortijo en defensa, con Llorente y Navas (también después con Héctor Moreno) imponiéndo­se, aunque al otro lado del campo solo Januzaj e Illarra de lanzamient­o de falta habían llamado a la puerta de Neto.

Tras el descanso se intercambi­aron el rol de dominador. Ahí hubo un equipo que quiso ganar, que fue el Valencia, y otro que jugó a no perder, aunque pudo ganar con un disparo de Sandro que repelió Gayà. Pero las salidas de Coquelin, Rodrigo y Guedes dieron otro brío a los blanquineg­ros, que miraron más a los ojos a Rulli, aunque su definición siguió siendo nula y de ahí el empate.

Pocas ocasiones Las defensas se impusieron a los dos ataques

 ??  ?? RONCAGLIA DEBUTÓ. El argentino, como el resto de compañeros de la zaga y sus homólogos donostiarr­as, se impusieron a los atacantes.
RONCAGLIA DEBUTÓ. El argentino, como el resto de compañeros de la zaga y sus homólogos donostiarr­as, se impusieron a los atacantes.
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