Jefferson y Fornals dan otro empujón al Villarreal
A octavos gracias a la roja del lateral y a un gol salvador
El Villarreal completó su metamorfosis en sólo siete días. Sin necesidad de brillar, con varios sustos y gracias a una roja caída del cielo, ya está en octavos de una Europa League que parecía molestar y que, sin embargo, ha traído la felicidad. Bruno Fernandes igualó la eliminatoria al borde del descanso por una jugada que señala a Funes Mori, pero Fornals puso orden con un gol en el 80’, puesto en bandeja por Ekambi, que nació en la cabeza de Cazorla. El asturiano, suplente, volvió a recordar que tiene cuerda para rato. Veinte minutos suyos son agua bendita.
El primer tiempo reflejó el nivel actual de ambos equipos. Al Sporting no le daba para inquietar con tanta pérdida ni al Villarreal para serenarse con el resultado de la ida de su parte. La falta de calidad era alarmante. La única ocasión reseñable acabó en gol de la manera más trágica para un Submarino que, aunque no dañaba, no sufría. El balón era suyo en el minuto de alargue rumbo al descanso. Pudo apurarlo, escondiéndolo. Y cuando casi se consumía, eligió arriesgarlo. Raba dio un pase de veinte metros hacia atrás en busca de uno de los tres centrales. Tuvo la mala suerte de que el elegido fue Funes Mori. Su control desorientado, otro más, habilitó a Bruno Fernández. No perdonó.
El Villarreal salió más activado luego, pero con mayor angustia. Más allá del pase estaba en juego la moral para lo que resta de Liga. El Sporting supo oler el miedo. Hasta que Jefferson, que venía con una amarilla, se empeñó en castigar a Llambrich. Dos faltas seguidas le pusieron en la calle con 40 minutos por delante. El Villarreal, por accidente, recuperó el mando. Y la salida de Cazorla aportó la luz que faltaba. En sólo diez minutos metió más balones en el área que en los setenta minutos anteriores. Fue clave para atar los octavos, confirmar el estado de esperanza y evitar una prórroga antes de visitar el Metropolitano. Ekambi e Iborra pudieron evitar el sufrimiento final acentuado por Bas Dost. Pero el Villarreal se ha empeñado en vivir en el alambre viendo cómo su gente le arropa sin uñas.
Duro Sporting Fernandes hizo el 0-1 y Bas Dost tuvo
el pase en el 93’